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Cabecera de El Museo Universal

NUM. 18.º

Precio de la suscricion.—Madrid: por números sueltos a 2 rs.; tres meses 22 rs.; seis meses 42 rs.; un año 80 rs.

MADRID 2 DE MAYO DE 1869.

Provincias.—Tres meses 28 rs.; seis meses 50 rs.; un año 96 rs.— Cuba , Puerto Rico y Extranjero, un año 7 pesos.—América y Asia, 10 a 15 pesos.

AÑO XIII


REVISTA DE LA SEMANA.

S

igue llamando la atención de

Europa el curso de nuestros graves asuntos políticos, en comparación de los cuales son juegos de niños todas las cuestiones exteriores, inclusa la llamada franco-belga, con todas las Mas y venidas de Mr. Frere-Orban, de cuyos viajes á París y entrevis tas con los ministros y el emperador, puede decirse lo que del valentón famoso:

Causó á la prensa, expuso su embajada, tomó el billete, fuese, y no hubo nada.

Kn efecto, ni Bélgica, ni Francia quieren dar su bra zo á torcer , ni ninguno de los interesados cantar la palinodia, habiendo ido tan adelante cada cual en sus lieros y bravatas. Hoy dia se está la cuestión corno se estaba en im principio, y nadie puede vaticinar lo que traerá el enredo de esta madeja.

Si en Francia no hay actualmente grandes cuestio nes sobre el tapete , no deja de haber abundante pasto para la curiosidad contentadiza si quier cambiante del galo temperamento.

El folleto salido de las prensas, y algunos dicen de las inspiraciones, imperiales, intitulado: Progreso déla Francia bajo el gobierno imperial ; la visita de los príncipes de Prusia, á París, entre quienes se cuenta á Federico Carlos, autor del famoso libro: Arte de pe lear contra los franceses ; director ó apuntador de la idea de construir aquellas formidables baterías de cien cañones, que, ocultas en un bosque, decidieron de la batalla de Sadovva, y entre paréntesis, candidato in peetore al trono de España para algunos : el viaje del príncipe Napoleón á Ñapóles, otro candidato (entre dos luces) al vacante hispano solio; la expedición de sus magestades imperiales al suelo natal del proscrito de Santa Elena para celebrar el primer centenario" de su natalicio, y las disputas y duelos entre varios periodis tas, gentes tan de plumas como de armas tomar, han sido los tópicos ó temas de la curiosidad pública en la pasada semana.

Como es natural, quiere darse significación política al viaje del príncipe Napoleón , diciéndose que lleva una misión secreta cerca de su suegro el rey de Italia, á la que no es agena nuestra situación actual; pero ello es lo cierto que se acercan las elecciones, y que en es tas épocas siempre se ha visto que el príncipe se aleja de París para dejar el campo libre y desembarazado. Otra cosa es el viaje de los emperadores. Aquí no hay cuestión política. Es simplemente la primera jorna da de la excursión de Eugenia á las regiones del Orien te para cumplir el voto que hizo meses antes del naci miento del príncipe imperial.

La emperatriz prometió á Dios solemnemente, que si tenía sucesor varón , ¡ria á dar gracias por este be neficio al Huerto mismo de las Olivas, antes que el he redero del trono cumpliese los quince años. Como se vé, el plazo se acerca, y la conciencia de la madre quiere quedar satisfecha. Su vuelta coincidirá proba blemente con la época de la inauguración de las gigan tescas obras del Canal de Suez y asistirá á esta cere monia memorable en los fastos de la ingeniería.

Los disputantes á que hemos aludido al principiar esta revista, son redactores que quieren perpetuar los juicios de Dios de la edad media bajo otra forma. París es el teatro de los desafíos, y el periodista que no anda cojo, ó manco, ó con alguna bala perdida entre las vértebras, no es hombre de provecho.

El último combate ha tenido lugar entre Mr. Meyer, redactor del París, y Mr. Cari des Periéres, redactor del Nain Jaune, que al segundo disparo tuvo el acierto de enviar á su enemigo un artículo razonado de forma esférica y fondo de plomo, no al cerebro, sino á una de las costillas, donde á su parecer debe residir el criterio y la razón, que todo puede ser, desde que el héroe del Médico ci palos dijo que el corazón lo habían mudado los modernos al lado derecho.

También entre nosotros se ha hablado de otro de safío que se trata de llevar á cabo de resultas de la fa mosa carta inserta en las columnas de La Regeneración; mas tenemos por preferible en estas materias de honra política uno de los dos medios propuestos por Mr. dé fiirardin á Mr. Anatolio de la Forge, redactor de Le Siecle: «tomemos cada cual, dice una resma de papel, una botella de tinta y una caja de plumas, y que no ce se el duelo hasta darles Fin.»

Serio va poniéndose el asunto de las huelgas de los trabajadores en Inglaterra. Tras el pronunciamiento que comenzó en Presión, y que han continuado los alarifes en Manchester y Coventry, van siguiendo la rueda otros gremios, anunciándose ya , que para fines de mayo se declararán en huelga todos los operarios del ramo de construcciones de edificios, en toda la Inglaterra, á consecuencia de la renuncia que los obreros provinciales han hecho de la proposición de los empresarios sobre ser pagados por horas en vez d por días. Esta manera de pago hace tiempo que fue adoptada en la metrópoli; mas parece- no ser favorable á los deseos naturales en el trabajador de acortar en lo posible la faena diaria.

En medio dé esto, que no es nada satisfactorio, los ingleses en particular y el orbe científico en general, esperan tener un gran dia de contento y enhorabuenas con la recepción en sus islas del osado esplorador Livingstone, del doctor viajero infatigable á quien se creía asesinado por los salvajes del interior de Africa. Noticias recibidas en la ciudad del Cabo, por la via de Mozambique, anuncian que el doctor se hallaba en Zanzíbar el I." de enero y que regresaba á su patria por el Mar Rojo y Alejandría.

Las dos cámaras de la dieta húngara fueron abiertas el sábado 24 por el emperador Francisco José, que, como de costumbre en estos casos, habló de las relaciones amistosas que mantenía con las potencias extranjeras; lo cual no quila que el dia menos pensado se hagan astillas bonitamente.

En Portugal sigue el descontento público que acabará, según se dice, por la separación del ministerio y el nombramiento de otro mas aceptable á las miras y opiniones de la mayoría de la nación. Esto, no obstante, el rey acaba de abrir la cámara legislativa y asegura en su discurso que la paz interior está- completa mente asegurada, y su posición en lo exterior continua bajo los mejores auspicios.

Entre tanto dos medidas altamente humanitarias van á ser adoptadas por dos gobiernos extranjeros. En Méjico trata el Congreso de proclamar una lata amnistía en favor de todos los partidarios de Maximiliano; y en