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pues como dice un ilustre escritor, solamente la religión es capaz de imitar, sustituir y esceder á la misma naturaleza; y cuando los miserables leprosos eran abandonados con horroroso espanto por sus padres, hijos y esposas, la religión impulsaba á los estraños á encerrarse con ellos, con ese heroísmo, con esa abnegación que hemos calificado de milagrosa, por no hallar términos bastante espresivos de su valor.

Y hay que tener en cuenta, para apreciarle, qué si la ley de Moisés ordenaba la espulsion de tales desgraciados del sitio en que acampasen los hijos de Israel, y que se les echase á morir á donde pudieren, el fanatismo fue mucho mas allá todavía, considerando á la lepra como un castigo del cielo, á causa de algún pecado cometido por las víctimas del contagio. Se abandonaba á estas en los campos yermos y en los muladares ó piscinas, sin volver el rostro para mirarlas.

La religión, con las órdenes de San Lázaro y de San Antonio, acudió á buscarlas á esos lugares inmundos y á procurarles asilos, de los otros hombres apartados.

No era necesario que la miseria fuese á llamar á las puertas de la humanidad para que la humanidad, conducida por la religión, fuese en socorro de la miseria. Parecía que la caridad consagraba todos sus desvelos al pueblo español, siguiendo paso á paso el camino de sus desdichas, con ánimo de que ni una sola careciese de sus consuelos.

No hacia solárnoste hospitales, conventos, lazaretos y hospederías, sino casas de dementes, de maternidad, hospicios, asilos para ciegos y para incurables; sin descansar nunca en la aplicación pródiga de sus dones.

Buscaba dotes para doncellas pobres y recogimientos para viudas; trabajo y enseñanza para ios menestrales; ropas y alimentos para los presos y socorros domiciliarios para los menesterosos vergonzantes.

(Se continuará.J

Luciano García del Real.



MUSEO CIENTÍFICO Y LITERARIO.
LECCIONES PÚBLICAS.
ESPAÑA.

Las dos primeras lecciones del señor Vicuña, que atrae al Ateneo numerosa concurrrencia, versaron sobre la historia de las matemáticas en el Oriente, Egipto y las escuelas griegas de Thales, Pitágoras y Platón. También habló de la gran figura de Arquímedes, el primer genio matemático de la antiüedad, gran geómetra y pasmoso mecánico, á creer las maravillas que de él se cuentan.

La tercera lección tuvo por tema la escuela de Alejandría, fundada 300 años antes de Jesucristo, y que continuó siendo el centro dé las ciencias y letras hasta la quema de su biblioteca en 611, por orden del bárbaro Ornar. En dicho trascurso florecieron como insignes geómetras, Euclides, Apolonio y Diofanto, y como astrónomos, Híparco, Ptolomeo y Eratóstenes, sin contar á otros muchos, no tan acreedores á los elogios de la posteridad, como Aristarco, Arato, Euclemus, Conon, Dosieo, Nicomedes, Geminus, Heron, Filón, Posidonio, Sosígeno, Teodoro, Hypsiclo, el prelado Anatolio, etc., etc.

Euclides, autor de los Elementos, obra que aun sirve de testo, ligeramente modificada, dio forma á los principios geométricos, y los hizo reunirse en un encadenamiento lógico y sintético que puede servir de modelo á todas las ciencias. La primera traducción al español de los seis primeros libros, se imprimió en Sevilla en 1576; fue hecha por Rodrigo Zamorano. Escribió además Euclides, los Batos, cuatro libros sobre secciones cónicas, y los Porismas sobre las cuestiones mas complicadas de geometría, de cuya última obra sólo se tiene noticia por su comentador Pappus, y que Mr. Chasles, profesor actual de la Sorbona, ha pretendido restituir á su primitiva pureza, después ele profundas investigaciones, ayudado por los trabajos anteriores de Girard y Simpson.

Eratóstenes, contemporáneo de Arquímedes, bien conocido por su criba aritmética, hizo notables trabajos astronómicos y dio la primera medida aproximada de la tierra, operación que procuró detallar el señor Vicuña.

Apolonio, cuyo nombre llevan dos elegantes proposiciones de la elipse é hipérbole, trató las cuestiones de máximos y mínimos, y se ocupó de otros problemas geométricos.

Hiparco, que floreció unos 140 años antes de Jesucristo, hizo observaciones astronómicas de gran aproximación, inició la precesión de los equinoccios, y abordó la complicada y laboriosa tarea de formar un catálogo de las estrellas. Dio las bases de la trigonometría calculando los ángulos por medio de sus cuerdas.

¡Ptolomeo, que es dos siglos posterior á Hiparco, compuso el Almagesto, que es la obra mas completa de astronomía debida á la antigüedad, y dio el sistema que lleva su nombre, erróneo en su base, pero maravilloso en sus detalles. Escribió también sobre la reflexión, y se cree conoció la refracción atmosférica.

Diofanto, que floreció hacia el año 365, creó el álgebra, aunque no bajo este nombre, ni empleando los signos actuales y trató las cuestiones indeterminadas de primer grado.

Pheon y Pappus fueron los comentadores de los grandes matemáticos alejandrinos, yá ellos se debe el conocimiento de algunas obras perdidas. Hípatía, hija del primero, continuó la misma tarea, y fue asesinada por el fanático populacho de ciudad, que la creía causa de discordia entre el gobernador, que era el arriano Urestes, y el prelado católico Cirilo.

El señor Vicuña, continuará estas lecciones que sabe hacer tan amenas con su estilo animado y elocuente, y de ellas procuraremos dar noticia á nuestros lectores.

La Academia de Jurisprudencia ha celebrado el lunes último una de sus mas animadas y brillantes sesiones. El señor Calvo Asensio, hijo del antiguo director de La Iberia, trató la cuestión del jurado, demostrando en esta materia profundos conocimientos. Contestóle el señor Gamals en un discurso lleno de doctrina, y en el que se revela el criterio práctico que tanto distingue a dicho señor. En las lecciones de dicha Academia se discuten temas importantísimos como son: «Soberanía nacional,» «Sufragio universal,» «Libertad de cultos,» «Matrimonio civil,» «Unidad de fueros,» etc.

En la Universidad continúan las cátedras gratuitas establecidas para los cajistas, prensistas, libreros y todos los oficios que se relacionan con la imprenta. En una de ellas, á cargo del catedrático de la Escuela de Diplomática señor Rada y Delgado, se esplica la historia del descubrimiento y desarrollo de la Imprenta, con biografías de los mas célebres tipógrafos, sobre todo españoles; en la otra, desempeñada por el señor Fernandez Ferraz, profesor de la Facultad de Letras, se enseña á escribir el árabe, hebreo y griego, para que los cajistas puedan componer las palabras y aun obras de estos idiomas, que hoy tanto se van generalizando. Es notable la afición, atención é interés con que oyen los alumnos estas lecciones, ocupando tan provechosamente un tiempo que en épocas de triste recordación se malgastaba lastimosamente.

Aconsejamos á los obreros que no solamente acudan á estas cátedras, sino á todas las demás que se han abierto en los diferentes centros de instrucción popular.

EXTRANJERO.

En el Instituto Real de Londres, se han dado lecciones en la pasada semana por los profesores Alejandro Herschel, sobre eclipses de sol, Odling, sobre el gas hidrógeno, y Jones, sobre los Protozoas.

Herschel, disertó especialmente acerca del eclipse de sol del 18 de agosto próximo pasado, comenzando con una ojeada histórica y noticiando entre otros notables aquél famoso eclipse solar que predijo el filósofo Tales de Mileto, y que suspendió una batalla 610 años antes de Jesucristo, según nos refiere Herodoto: el que sorprendió á la flota de Agatocles, el que se supone que profetizó la muerte de Domicíano y varios en Inglaterra en distintas épocas y en particular el de 1632, en que se prolongó por dias la oscuraidad, llamándoles los dias negros. Esplicó el carácter ó naturaleza física del sol y de las manchas solares, describiendo los aparatos y preparaciones hechas para la observación del eclipse visible en España en 18 de julio de 1860. Habló de los inventos hechos para examinar el sol, uno de los cuales es el espectróscopo, y mostró que el eclipse estudiado en España, no tiene igual, por sus resultados en los estudios científicos, en toda la historia de la astronomía.

El profesor Odling habló de la gravedad ó peso específico de los gases y vapores, mostrando que, tomado el gas hidrógeno como unidad, su gravedad específica es 14*47; y tomado el aire como unidad, la gravedad específica del hidrógeno es 0-069. Trató asimismo de la difusión ó traspiración, ó sea movimiento molecular de los gases, de lo cual hizo esperimentos prácticos ilustrativos.

La lección del profesor Jones, tercera y última de su serie, versó acerca de los rhizópodos ó animales que se proveen de órganos locomotores temporales y de aparatos digestivos por medio de la estension y concentración de su carne gelatinosa. También esplicó la naturaleza de los reticularios ó foraminíferos, y asimismo las formas fósiles, concluyendo con la observación curiosa de que á los trabajos de estos animalíllos debemos en gran parte las piedras con que fabricamos nuestros magníficos templos y suntuosos palacios.



EL OPIO DE LOS CIVILIZADOS.

Existen muchas personas que califican á los chinos de estúpidos é incapaces porque no saben vivir sin hartarse de opio.

Y sin embargo... ¿quién es el que en esta vida no toma su dosis de opio?...

El opio se toma de varias maneras, y vamos á señalar algunas, demostrando asi la verdad de nuestro aserto.

EL OPIO EN HOJAS.

Yo tengo un amigo comerciante, conocido por El hombre jovial á causa de su constante y habitual alegría.

En los dias mas aciagos de su vida, en medio de las grandes crisis políticas que tanto afectan al comercio, se le ha visto siempre conservar su buen humor.

Hay dias, sin embargo, en que está triste, muy triste; dias, en que, él mismo lo confiesa, no hay nada que pueda hacerle vencer su melancolía. Esos dias son los festivos.

En tales dias su periódico no sale; ha perdido el estimulante que le es tan necesario, le falta alguna cosa, y esa cosa es todo. Tú mismo, querido lector, ¿no estás suscrito á algún periódico?

De fijo que sí. Pues bien decia yo: tomador de opio en hojas.

EL OPIO Á DOS MANOS.

Yo he oido hablar de una célebre actriz que durante muchos años necesitaba todas las noches, para dormirse, cierta dosis de opio, que tomaba en el teatro en aplausos, y tanto era asi, que el dia que tuvo que privarse de ella, murió.

Cómicos, cantantes, bailarines, oradores, gimnastas... No concluiría nunca si tratara de enumerar los que toman el opio á dos manos, y que necesitan de los aplausos para vivir.

EL OPIO EN CINCO ACTOS.

Ahí tenéis, queridos lectores, á mi amigo Juan.

Juan es poeta, y uno de los mas decididos fumadores de opio que yo conozco.

Este toma el opio en tragedia.

Pasa todo el dia encerrado en su gabinete corrigiendo y aumentando el precioso manuscrito sin el cual no podría vivir.

Los perfumados vapores de su obra se le suben al cerebro; tiene visiones agradables, y sueña que se halla sentado en un sillón de la Academia.

Dejemos dormir á ese mortal afortunado, que demasiado pronto despertará.

¡Duerme, Juan; duerme en paz, querido amigo!

EL OPIO EN MARTINGALAS.

La escena pasa en Badén, ó si lo preferís en Madrid, en la Carrera de San Gerónimo, ó en la calle del Príncipe, ó en la de Alcalá.

El sitio puede cambiar, pero el tomador de opio es siempre el mismo.

Desde el momento en que ha entrado en la sala de juego, se ha sentado delante del tapete verde.

Los jugadores entran y salen: se rie, se habla á su alrededor; él no se apercibe de nada y se entretiene en peinar una baraja.

El marqués de B... le dirige la palabra: en vez de contestar sigue barajando.

Su amigo Ruiz trata de entablar conversación con él: continúa en la misma operación.

El banquero le habla; á este sin eluda le va á contestar. Tampoco... continúa peinando las cartas.

Está completamente entregado á su martingala, la prueba, la saborea, y la martingala le lleva á un mundo encantado de quiméricos fantasmas. Sueña que un inglés le ofrece un millón por su descubrimiento y que al fin le cede por tres millones á la sociedad de los baños de Wiesbaden.

Al despertar os pedirá prestados dos napoleones, y hablará de levantarse la tapa de los sesos, pero pronto el opio hará su efecto y volverá á entregarse al éxtasis y á la martingala.

Los tomadores de esta clase de opio ni le fuman ni le absorben: le llevan consigo y con el y por él mueren.

EL OPIO EN GALANTERIAS.

La marquesa viuda del Rosal recibe todos los jueves: brillante y concurrida está la reunión.

Los espaciosos salones de su casa en la calle del Barquillo están llenos de gente: por todas partes se ven circular hermosas damas y apuestos caballeros.

Carolina, la hija única de la marquesa, hace los honores de la fiesta.

Carolina pasa de los treinta años y es fea, pero tiene catorce millones de dote, y pollos y gallos acuden solícitos a su lado como las moscas á la miel, murmuran á su oido frases de amor y la dicen que es hermosa.

Carolina se sonríe, el opio ha producido su efecto, y aquella noche se duerme soñando que es efectivamente hermosa y que su belleza es la envidia de las mujeres y la admiración de los hombres.

Dejadla dormir que bien pronto el espejo la despertará; pero llegará el jueves siguiente, y volverá á tomar el opio de la adulación.

La sociedad actual hace un gran consumo de esta clase de opio.

EL OPIO EN CIRCULARES.

¿Y el opio de la política?...