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cúpula magnífica prodiga á todos los enfermos del glo bo, aunque no gratis, la virtud curativa do sus sa gradas aguas. Todos los días va el sencillo indio ¡i renovar su pro visión y á orar á los pies de la Virgen, volviéndose sa tisfecho de haber contemplado un instante la divina imagen. Los dias de fiesta acude de todas partes de Méjico un gentío inmenso, confundiéndose allí lodos los tipos y trages, al son de las campanas y de los gritos de jú bilo. Los vendedores ambulantes ofrecen a los romeros frutas de todos los climas. El aguardiente (pulque) corre en abundancia, y uno se retira al fin fatigado de tanto ruido, con la cabeza aturdida, lleno de polvo y con una vaga reminiscencia de ciertas ferias de París. Dos caminos conducen de Méjico á Vera-Cruz, y los dos evocan grandes recuerdos históricos. La via mas corta que se dirige al Sudeste por Pue bla de los Angeles, atraviesa á unas veinte leguas de la capital, el territorio de la antigua Cholula, una de las ciudades mas populosas y florecientes de América an tes de la conquista, y cuya fundación se atribuía á las razas primitivas que precedieron á los aztecas en el suelo mejicano. A causa del número de templos, Cholula era pa ra los antiguos habitantes del pais, lo que la Meca para los musulmanes , Jcrusalen para los hebreos y Boina para los cristianos: era la ciudad santa del Anahuac. Allí , según la tradición , dió j>or espacio de veinje años Quetzalcoalt, reformador divinizado de los aborí genes, y de allí partió para las comarcas de Oriente, anunciando la vuelta de sus descendientes después de un período de muchos siglos, predicción que fue el mas poderoso auxiliar de los conquistadores españoles. El principal santuario de Quetzalcoalt estaba sobre una inmensa pirámide, que invadida actualmente por una exuberante y silvestre vegetación, mas bien pare ce un capricho de la naturaleza, que obra de la mano del hombre. Esta masa de ladrillo cuya base cuadran glar cubre mas de 1 8 hectáreas de terreno , se eleva aun á (¡0 metros de altura. • «No se puede imaginar nada mas grandioso que el cuadro que se ofrecía á la vista en otro tiempo desde lo alto de la plataforma en que estaba la pirámide. Por el lado del Norte, se eslemba esta alta barrera de ro cas poríiróideas de que la naturaleza ha rodeado el va lle de Méjico, dominado por los grandes picos de Popocatepelt y de Iztaccihuatl, como dos centinelas gi gantes á la entrada de esta bella región. Mas lejos, al Sur, se descubría la cima cónica del Orizaba , que se perdía en las nubes , y mas cerca la sierra de Malhinche, cordillera árida, pero pintoresca, que cubría con su sombra las llanuras de Tlascala. Tres de estas mon tañas, son volcanes mas elevados que todas las monta ñas de Europa , y están cubiertas de eternas nieves que resisten á los ardores del sol de los trópicos. A los pies del espectador se veía la ciudad santa de Cholula, con sus torres y flechas, reflejando los rayos del sol en medio de la rica y bella vegetación que rodeaba en aquella época á la capital. Tal era el magífico cuadro que hirió la vista de los conquistadores, y que ofrece aun con ligeros cambios al moderno viajero que desde lo alto de la gran pirámide pasea su mirada por la mas bella porción de la planicie de Puebla (1).» La ciudad de Puebla de los Angeles, fue fundada por los españoles poco tiempo después de la conquista, sobre las ruinas de un pueblecillo riel territorio de Cho lula, á algunas millas al Este de esta capital. Es la ciu dad mas considerable de la Nueva-España , y acaso la mas bella después de Méjico. Y parece haber heredado la preeminencia religiosa de la antigua Cholula , pues se distingue por el numero y esplendor de sus iglesias, por la multitud de sus sacerdotes y por el lujo de sus ceremonias y fiestas. El segundo camino, rodeando por el Norte el lago de Tezcuco, pasa por aquel valle de Otumba, donde el 8 de julio de 1320, terminó Cortés por una sangrien ta victoria la desastrosa retirada de la Noche triste. Un poco mas allá se descubren las alturas que dominan el valle de Tlascala, á vista de las venerables pirámides de Teotihuacan, que son probablemente, sin esceptuar el templo de Cholula, las mas antiguas ruinas que existen en el territorio mejicano. Los aztecas, á creer sus tradiciones, hallaron estos monumentos á su llegada al pais. TeMhuacan , (la mansión de los dioses) que solo es ahora una pobre aldea, era entonces una ciudad floreciente, rival de Tula, la gran capital tolteca. Las dos principales pirá mides estaban consagradas á Tonatiuh y á Metzti, (al sol y á la luna). De las ultimas mediciones, resulta que la primera, mucho mas grande que la otra, tiene 682 pies de lon gitud en su base, y 180 de altura, dimensiones que no son inferiores á las de algunos monumentos análogos de Egipto. Estas pirámides se componían de cuatro asientos ó bases, de las cuales tres se reconocen todavía, aunque las gradas intermedias están ya deshechas. El tiempo

EL MUSEO UNIVERSAL. en efecto, las ha maltratado de tal modo, y tanto las ha desfigurado la vegetación tropical que cutiré sus pro pias ruinas con un manto de flores, que no es fácil dis tinguir á primera vista la forma primitiva de estos mo numentos. La semejanza de estas enormes masas con los túmuli de la América del Norte, ha hecho creer á algunos, que eran eminencias naturales, á las que la mano del nombre habia dado luego una forma regular, adornándolas luego con templos cuyas ruinas cubren sus flancos. Otros, no viendo elevaciones semejantes en la vasta llanura en que aquellas se encuentran, han creído mas verosímil que eran creaciones completamente artifi ciales. Al rededor de estas pirámides principales, se eleva un gran número de monumentos del mismo género, pero de menores dimensiones. La tradición local ase gura que fueron dedicadas á las estrellas, y que sirvie ron de sepulcros á los jefes de los antiguos pueblos. La llanura que dominan, se llama Micoatl ó camino de los muertos. Con frecuencia al labrar ahora la tierra para el cultivo, se hallan puntas de flechas de obsidiana que revelan el carácter belicoso de los antiguos habitantes del país. El viajero que subeá la cima de la pirámide del Sol, queda luego indemnizado de su fatiga ñor el magnífico panorama que descubre desde arriba: hacia el Sudeste se elevan los montes de Tlascala rodeados de cultivos, en cuyo verde fondo blanquea un pueblecillo, capital un. tiempo de aquella república; un poco mas al Sur, se estienden las bellas llanuras de Puebla de los An geles; al Oeste el valle de Méjico, que se presenta á la vista como un mapa con sus pequeños lagos, su gran capital saliendo mas gloriosa de sus propias ruinas,- y sus montañas accidentadas que la rodean con su oscura cortina como en tiempo de Motezuma. Z.

IA EDAD DE ACERO.

Vamos á dar á nuestros lectores la esplicacion del nuevo procedimiento estraordinorio inventado en In glaterra por Mr. Heaton para la fabricación del acero, con cuyo invento, y según la opinión del acreditado periódico The Engineer, que tomamos por guia en nues tros apuntes, está próxima á inaugurarse una nueva era mucho mas rica en resultados y beneficios materia les, que las tan celebradas de la antigüedad, sin escep tuar la misma edad de oro, y es la edad de acero. No nos atreveremos ciertamente á augurar que la fabrica ción y manufacturas de hierro, hayan de estinguir.se del todo dentro de medio siglo próximamente, oscure ciéndose las glorias de Lowmoor, Bowling, Backbarrow, Suecia y la antigua Rusia, pero no titubeamos en asegurar, que quizás no llegue á trascurrir la mitad de aquel espacio de tiempo, sin que veamos el acero fun dido reemplazando al nierro en la confección de obje tos de todas clases y tamaños, cualesquiera que sean su variedad é importancia. El acero será entonces el rey de la industria, quedando el hierro relegado á ser vir tan sólo en casos escepcionales y arbitrarios. El síntoma precursor de esta revolución , será la baja del precio del acero para casi todos los usos á que es adap table (esceptuando los instrumentos de corte y otros semejantes) á menos del que hoy tiene el hierro de me jor calidad; y no tememos aventurar la aserción de que probablemente también antes de medio siglo, podrá obtenerse el acero fino á un precio por tonelada, muy inferior al que tienen hoy en el comercio las barras de hierro común. El fundamento de esta aserción es muy sencillo. La fabricación del acero costará menos que lo que el hier ro forjado cuesta actualmente; y éste no podrá seguir á aquel en su progreso passibus equis, porque si bien las importantes economías en el combustible, ya por su reducción en cantidad , como por el aprovechamiento del carbón menudo y otras materias inferiores que se está en camino de realizar por medio de los hornos de gas y del sistema regenerador, alcanzarán igualmente á la fabricación del hierro y del acero, quedarán siem pre subsistentes en favor de este último las ventajas del menor trabajo en el procedimiento de conversión, como también en la manufactura, y la consiguiente y notable economía en los gastos de establecimiento é instalación. Además de los procedimientos que de antiguo son conocidos para la fabricación del acero, tales como el de cementación y el de pudelaje (pudling), el de Slyría y algunas partes de Westphalia por medio del fue go de refino , y las de Parry Vehatices y de Martin— casi todos en práctica todavía,—funcionan hoy los de Bessemer, Siemens y Martin-Siemens , el primero en gran escala en diferentes países, y el último en pro porciones bastantes para justificar el desarrollo que se dice le espera en el Norte de Inglaterra. Sobre todos estos está el procedimiento de conver sión que lleva el nombre de Heaton , su inventor , y en cuya descripción vamos á ocuparnos sumariamente. (1) Prcscott, Hist. de la conquetc du Mexique, lib. 3.°, cap. VI. La aplicación de este procedimiento se halla en mar

cha desde hace algunos meses solamente, en Langlcy Millworks, en el valle de Erewash, cerca de Nottingham, si bien en una escala industrial regular y con un éxito completo, asi mercantil cómo cieníífico." Pero no obstante su estado naciente, si los hechos que se han esplanado á nuestra vista con relación á sus condicio nes y resultados son exactos; como no podemds du darlo, atendido el carácter de las personas facultativas que los han reunido, nos atrevemos á manifestar des de luego nuestra convicción de que el sistema Heaton está llamado á ser el gran procedimiento industrial del porvenir en la fabricación del acero, y que aun el lla mado de Bessemer, en el que nadie confiaba hace doce, años, y cuya escelencia pocos se atreverían hoy á dis cutir, no sólo no alcanzará al terminar su privilegio ese desarrollo esclusivo que sus adictos le señalan, sino que al fin , después de bien aprovechados el capital y establecimientos actuales á que se halla afecto, es muy probable tenga que ceder del lodo ante su incompa rable rival. Nuestro pronóstico es, en efecto, que en lo porvenir se arraigarán sólo dos grandes procedimientos total mente diferentes para la fabricación del acero, sin per juicio, por supuesto, de la existeucia de otros varios métodos adaptados á especíales circunstancias de algu nas localidades, para las cuales resulten ser preferi bles. Aquellas principales, parécenos que habrán de distinguirse operando cada cual sobre el material de su especialidad y totalmente diferentes. El uno será el procedimiento Siemens-Martin , ó tal vez con alguna mejora que en él se introduzca, destinado á trabajar el hierro maleable ó forjado actualmente existente en el mundo, á medida que vaya pasando á la categoría de viejo, para devolverlo al comercio convertido en acero, y á él recurrirán probablemente las compañías de las grandes líneas de ferro-carriles, como base de la repa ración de su material, convirtiendo en acero bajo la forma de raíls y otros objetos, los rails de desecho an tiguos y demás hierro viejo que vayan acumulando. El otro procedimiento no se alimentará del hierro maleable, sino con el bronco ó en lingote, como en parte se sostiene el de Bessemer, y sera A no dudarlo el de Heaton. Las razones que tenemos para conside rarlo así , se espondrán mas adelante , pero conviene indiquemos desde luego una de las principales. Besse mer sólo puede fabricar acero de una ó dos docenas de entre algunos centenares de clases de lingote que actualmente se producen en Inglaterra, Escocia, País de Gales, Bélgica y en casi todas las ferrerías de Ale mania, y la razón es que el sistema de refino de que Bessemer se vale por medio de corrientes de aire, no alcanza á eliminar del todo, ó al menos en la propor ción necesaria, el fósforo ó azufre que contienen la mayor parte de aquellos materiales, viéndose por tanto limitado á trabajar las que están exentas de dichas sus tancias, como por ejemplo, el hierro hematita de Barrow. Por otro lado, está probado en el terreno prác tico industrial en grande escala, y confirmado además por el análisis, que por el sistema Heaton , se fabrica acero fino y acero-hierro (steel iron) , empleando las clases de hierro mas bronco y saturado de fósforo y azufre de la Gran Bretaña; y eñ una palabra, que Hea ton convierte cualquiera clase de lingote de hierro en escelente acero de comercio. Aunque todos los sistemas de fabricación de acero se fundan en un procedimiento químico, todos depen den de reacciones químicas , totalmente indirectas, ayudadas ñor medio de manipulaciones mecánicas cons tantes. Sólo Bessemer es una escepcion en esa generali dad, pues como es sabido procede oxidando directamen te el silícon, carbón y bases de los álcalis y tierras, sí las hay, por medio de corrientes de aire á través del hierro fundido. (Se continuará.) i. F. y V.

ALBUM POETICO.

LA BODA MISTERIOSA. (CONCUSION ) III. Ya sube del santo templo las gradas la comitiva, sobre alfombra de azahares, y ramos de verde oliva, ¡as lenguas de bronce atruenan, los ecos del pueblo animan, los aceros resplandecen, las plumas el aire agita, los colores enamoran, las sedas y el oro brillan, y como aiegres heraldos la ceremonia publican, al són pausado y sonoro