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VENTA EN SUBASTA DE LOS CABALLOS DE LAS REALES CABALLERIZAS

nueva en la mayoría del pueblo , el espíritu vaci laba en medio de encontradas corrientes. Era este, sin duda, un período de transición, como bien lo ha mostrado el suceso: período de crepúsculo, de des trucción y elaboración , en que el alma del pueblo español veía desde una cumbre dos zonas opuestas : el régimen antiguo de que huía y la senda nueva que no encontraba, si bien la presentía. Esta era la sazón del empleo del ingenio. Es verdad que la razón habia hecho su campaña gloriosa denunciando de continuo el falseamiento y los defectos de nuestro ensayo; pero se habia-embotado la inte ligencia de los que podían remediarlo. Ya el pueblo híspano consideraba como fatal la degeneración de la vida política en mentira y farsa, y hasta la filosofía popular habia condcñsado y encerrado su sentimiento de indiferencia y deses peración en frases proverbiales: "Tan buenos son los unos como los otros, r— Quítate tú para ponerme yo, eran expresiones generales y comunes sig nificativas de lo irremediable que pare cía el mal que á la república aquejaba. Pues en este estado de indolencia, sjpor, modorra ó como lo llamáremos, á que habían llegado, los unos por cer rar sistemáticamente los oídos á la ra zón, y los otros por creer que era tiempo perdido y predicar en desierto. ■ querer hallar remedio á lo irremediable,concibió nuestro ingenioso poeta Gutiérrez de Alba el pensamiento de avivar á los unos y vapular á los otros, juzgando con mucha oportunidad y acierto, que pues en la esfera política habia caracteres y situaciones funda mental y trascendentalmente cómicas, como no podian menos de serlo la bue na fe de los unos y la malicia de los otros, la sencillez de los gobernados y la doblez de los gobernantes , la gran deza de las promesas y la pequenez de los resultados con otros rasgos subli mes y ridiculos, la materia se prestaba para llevarla al teatro, de donde no es taba muy lejos, por ver si lo que no al canzábala voz de, la razón, lo conseguía la mordedura y la carcajada de lo cún i«o, lo burlesco y lo ridículo. (Se continuará.)

DON FERNANDO DE PORTUGAL. Como candidato al vacante trono de España viene desde hace tiempo hablándose del principe cuyo retra to damos en este número, y apoyan esta candidatura los que juzgan posible de este modo conseguir en un dia no lejano la ansiada unión de España y Portugal. El antecedente de haber gobernado en el vecino reino lusitano, durante la minoría de su hijo don Pedro, con notoria discreción, prudencia y miras liberales, ha sido

parte para que una gran mayoría de los españoles, que creen prudente y oportuna" la adopción de la forma monárquica para la situación actual de España, le con sideren como el príncipe más aceptable, y valiéndonos de la expresión al uso , como la solución mas acertada del problema ó dificultad de la designación de perso na. Aunque al principio corrió el rumnr de que este príncipe deseaba continuar alejado de la gestión de los negocios públicos, la insistencia y confianza con que nuevamente vuelve á adquirir probabilidades su elec

Nicolás Díaz Benjumea. FAROS FLOTANTES DE LAS RADAS DE DUNKERQUE T LAS DUNAS.