Página:En el Mar Austral - Fray Mocho - Jose Seferino Alvarez.pdf/104

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

102

EN EL MAR AUSTRÁL

— No tengo más.

— ¡Si me da, le lleno de oro la copa en que me sirva!... Busque una grande, que le conviene.

Y como lo dijo lo hizo, aquél mi amigo, á quién, sin embargo, todo el oro que encontraba le parecía siempre poco para llevarles comodidades á los suyos!... Qué cosa, eh?... Los mineros siempre parecen juiciosos y á lo mejor... ¡pataplúm!

— Són como el loco de Rivadavia... como dicen en mi país, —exclamé riendo.

Echamos el áncla y saltamos á tierra, con excepción de Smith que se quedó de guardia y se entregó á su ocupación favorita: pelar papas, pués este era, para él, la base mas importante de su cocina cosmopolita.