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EN EL MAR AUSTRÁL.

que nádie más, que yo, haya fondeado basta hoy; al fin la alcancé! ¡Cuánto sufrimiento y cuánta pérdida terrible: allí se me extravió el Mariscál de Retz, aquella flexible varita de ballena que siempre usaba y que me regaló en 1860 mi inolvidable amigo Monsieur Bougaud, farmacéutico, establecido en Roma, Italia, via Babuino núm. 9, presso alla piazza dil Popolo... Mis compañeros habían muerto y me hallaba sólo con el señor Tomás: le recomendé que me esperara en el cútter, que quedaba amarrado en la caleta, angosta como una váina, y en la bajamar me echó á caminar por la costa abajo!.... Vino la marea y me tuvo muy mál, pués estaba encaramado en un peñasco que las olas batían. Al fin volvió la bajamar y llegué á la úñtima roqueria, aún cuando sólo con mi pipa... con Maria Antonieta!... El Mariscál era talvéz juguete de las ólas en aquellos momentos supremos. ¡Cómo gocé sin embargo!.... Para comprenderlo es necesario no andar con el cuerpo en lastre: hay que tener un alma, ilusiones, ideales!

Después regresamos y nos volvimos aquí: me pareció feo no asociar al señor Tomás á mi empresa comerciál y.... lo asocié. Y aquí nos tienen Vdes. á ambos comerciando un poco y pasando la vida tranquilamente.... Yo creo que al fin acertaremos con algo útil y provechoso: en eso trabajamos!.... Por lo pronto, hemos descubierto que la cáscara de magnolia, que como Vdes. vén abunda aquí de una manera fabulosa, pués todo el bosque está formado por esos árboles, —es, secada y molida, un remedio infalible contra el dolor de muelas. Si la cosa resulta como lo espero .... fíjense que proyecciones!

— La cáscara de magnolia, remedio infalible contra el dolor de muelas, descubierto por el único hombre que ha hecho humear su pipa en el extremo súd del continente