Y es así que dos puertas tiene iguales
El templo que renombran de la Guerra,
Por ritos consagrado inmemoriales,
Y por Mavorte, que sangriento aterra:
Guarnécenle cien barras, y son tales
El bronce y hierro que lo mura y cierra,
Que el tiempo destructor los muerde en vano;
Y firme los umbrales guarda Jano;
Y apénas el Senado la balanza
Inclina por la guerra, ya, ceñida
Romúlea toga á la gabina usanza,
Vistoso el Cónsul presentarse cuida;
Las chilladoras puertas abre, y lanza
El grito que venganzas apellida:
Le sigue el pueblo, y la guerrera pompa
El clangor solemniza de la trompa.
Estas puertas de lúgubre destino,
Rebelde chusma con furor tirano,
Siguiendo la costumbre, al buen Latino
Mandaba abrir contra el poder troyano;
Mas á alargar el Padre no se avino
Al ministerio vil la régia mano,
Y en sombras ocultóse. El vacuo puesto
La Reina de los Dioses llena presto.