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ENEIDA.


XCIII.

Vencedores los Rútulos en tanto
Recogido el botin, al campamento
Exánime á Volcente van con llanto
Conduciendo. Menor no es el lamento
Que en los reales cunde, y el espanto,
Cuando á Ramnete ven sin movimiento,
Y tanto noble jefe á quien abruma
Comun calamidad: Serrano, Numa...

XCIV.

Cerca á los que ó difuntos ó mortales
Están, acude multitud ingente:
Ven de espumosa sangre los raudales
Y tibio aún de mortandad reciente
El campo. Reconocen los marciales
Despojos: de Mesapo allí el luciente
Casco; allí el cinto, recobrado á un muerto,
El rico cinto, de sudor cubierto.

XCV.

El áureo lecho de Titon la Aurora
Tímida deja, entre celajes raya,
Y ya su lumbre que horizontes dora
Secretos descubriendo, el sol explaya
Por el mundo. Con voz animadora
Turno, no sin que él mismo armado vaya,
Cual suele, de los piés á la cabeza,
Al arma á todos á llamar empieza.