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VIRGILIO.


CLXXIV.

De iguales serpentíferas espiras
La madre armólas, y de fuertes alas,
Con que aparecen las gemelas Diras
Del Dios tremendo ante las régias salas.
Prestas mueven, ministras de sus iras,
Miedo á las gentes, si á ciudades malas
El amenaza desolar con guerra,
O peste y mortandad manda á la tierra.

CLXXV.

Jove á una de ellas desde lo alto envía
Porque lleve á Yuturna infausto agüero.
Voló la Furia, y la region vacía
En torbellino atravesó ligero.
Cual flecha, armada de ponzoña impía,
Que el Parto ó el Cidon de arco certero
Ha tirado, y, silbando, la interpuesta
Nube traspasa, incógnita y funesta;

CLXXVI.

Tal rápido á la tierra se abalanza
Aquel aborto de la Noche oscura.
Y así que á ambos ejércitos alcanza
A divisar, abrevia su figura,
Y del pájaro toma la semblanza
Que en cementerio ó solitaria altura
En la noche callada aciago asiste
Turbandoel aire con su canto triste.