Página:Eneida - Tomo I (1905).pdf/222

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
188
VIRGILIO.
CXX.

»Mi ruego oíd: si firme persevera
El hado que á ese infame lleva á puerto;
Si en esto Jove su querer no altera,
Que el fijado confin le aguarde cierto;
Mas tribu audaz contrástele siquiera,
Y en peligro se mire y desconcierto,
Y parta, el corazon vuelto pedazos,
Del dulce nido y los filiales brazos.

CXXI.

»Y vague, auxilios mendigando; y vea
Cómo á los suyos la fortuna humilla;
Ni el reino goce y calma que desea
Paz ajustando, á su valor mancilla.
¡Herido sin sazon de muerte sea!
¡Yazga insepulto en solitaria orilla!
Esto, ¡oh Númenes! pido; ved en ello:
Yo mi demanda con mi sangre sello.

CXXII.

»Vosotros, cual leales corazones,
Tirios, haced de vuestros odios prueba
Sobre esa raza en cien generaciones,
Y honra tan grande mi ceniza os deba.
Nunca amistad entre las dos naciones;
No haya quien pactos de concordia mueva;
Mas nacerá sobre mi tumba, fio,
Quien aplaque la sed del furor mio.