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VIRGILIO.
CXXIX.

Puesto el dón á la Diosa, y alongados
Del sitio, ya pisaban los amenos
Jardines y los bosques fortunados
Donde con grande paz moran los buenos:
Abrense allí sobre inocentes prados
Tintos en rósea luz cielos serenos;
Regiones siempre iguales, siempre bellas,
Tienen su sol y tienen sus estrellas.

CXXX.

Aquéllos juegan en verjel florido;
Éstos combaten en la roja arena;
Otros saltan en coros, y el sonido
De sus cantos el ánimo enajena:
El tracio vate, con talar vestido,
Los siete tonos de su lira suena,
Moviendo acordes con su voz canora
Ya el plectro de marfil, los dedos ora.

CXXXI.

Brilla de Teucro allí la estirpe clara
Robustez ostentando y lozanía:
Egregios héroes á quien ver tocara
En siglo más feliz la luz del dia.
A Ilo, á Asáraco, á Dárdano repara
Autor de la troyana monarquía,
Enéas, y armas léjos ve, y baldíos
Carros que honraron ya marciales bríos.