estímulo á la rebeldía y remora para el trabajo. Dócil el pueblo á las definiciones del Sínodo luterano, con la misma ó mayor docilidad hubiera aceptado los comentarios y las doctrinas de la Iglesia Católica, y sólo gracias á la lentitud del funcionamiento de sus facultades intelectuales, ha podido soportar sin mengua de su paz interior y sin detrimento de la social disciplina los demoledores principios de la Reforma.
Siguiendo el pueblo sueco un camino diametralmente opuesto al que seguimos nosotros, no acepta del Extranjero otra cosa que los materiales progresos que contribuyen á hacer más agradable la vida, ó los frutos regalo del paladar, que no pueden proporcionarle áridas comarcas vecinas del Polo. Esfuérzase por otra parte la industria indígena en transformar en nacionales los progresos que le proporciona la extranjera, cesando así ele vivir en depresiva dependencia económica de nadie.
Pero si el extranjero que reside algún tiempo