vosotros no piensen: nosotros, á quienes juzgáis enemigos de la libertad, damos por el contrario inequívocas pruebas de tolerancia al aceptar vuestro reto. Nosotros toleramos que un inmenso número de cátedras de nuestras Universidades estén desempeñadas por krausistas y por librepensadores: vosotros quisierais amordazar á los que siembran las verdades eternas en los corazones de la juventud española, cultivan asiduamente la beneficiosa semilla que en ellos sembrara el amor de nuestras madres y vigorizan la voluntad con la enseñanza de una abnegación que no puede ver con buenos ojos el epicureismo que os aqueja.
¿Qué prueba queréis más abrumadora de vuestra debilidad y de nuestra fuerza? Comparad la lealtad con que nos aprestamos nosotros á combatiros, con la alevosía con que vosotros seríais capaces de apuñalarnos inermes. Comparadla con serenidad de espíritu y tened el valor de confesar ese miedo vago