espectáculos públicos que organiza, asocia intrépidamente los de los héroes, cortesanas, monumentos y glorias de la patria; y en el arte culinario derrocha con éxito indudable el caudal de los tropos, bautizando al solomillo con el nombre ilustre del autor de Los Mártires y llamando á no sé qué condimento de gallina, Supreme de volaille.
Yo no me atrevo á decidir si el odio á la forma clásica que induce á los autores á acometer la empresa de cambiarla por las francesas conservando el pensar y el sentir propio de su raza, los lleva irremisiblemente y mal de su grado á adoptar el sentir y el pensar de los limítrofes ó si, por el contrario, el desaforado prurito de injertar nueva savia al árbol que ellos creen carcomido, del intelectualismo español, divulgando en castizo lenguaje nacional las corrientes del pensamiento extranjero, fuerza á nuestros jóvenes escritores, contra su deliberado propósito, á macular la pureza del idioma por efecto de la sólida