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ESTELA

gencia de tal manera, que no miramos ni meditamos nada, Se apodera de nosotros el delirio; y el delirio es la aberración, la negación de todas nuestras facultades, -Un ser en este estado, no es mas que un ente sin voluntad, que marcha insensiblemente al abismo, atraído por todas sus seducciones. Tal era Estela antes de caer. Juguete de su pasión, no pudo imaginarse que podía llegar un momento de prueba para su alma de ángel. Y ese momento llegó desgraciadamente. ¡Llorad vírgenes puras, criaturas angelicales, sobre la tumba de sus ensueños celestes! ¡Derramad vuestras lágrimas sobre la flor ajada y marchita de su belleza! i Que el polvo del fango que cubre hoy su faz nacarada no empañe su alma!

Pocos días después, un diario de esta capital publicaba el siguiente suelto: « Rapto y seducción. -Se habla en los altos círculos sociales del rapto y seducción de una de nuestras mas distinguidas jóvenes, por un abogado, joven también, que no ejercía su profesión. Se narra el hecho con los colores mas poéticos, a tal extremo que al oirle referir, créese