Página:Estela - Alberto Jorge.pdf/50

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

50 ESTELA

50

-Bien, pues: queda resuelto que saldremos inmediatamente de Buenos Aires. Nos embarcaremos el sábado para Montevideo, y de allí, si te parece, seguiremos viaje al Brasil. Ahora mismo voy a preparado y disponerlo todo. Pronto vuelvo! X . . . se levantó, acerco se a Estela, derramó sobre ella una mirada tierna y cariñosa, cual si tratara de templar el rigor de su infortunio, dióla un beso en la frente, y salió. Estela se puso á llorar entonces amargamente. -Dios mío! prorrumpió levantándose, poseída de la desesperación mas profunda. -Padre y señor mío! agregó después de un rato en que no se oía mas que sus sollozos y sus suspiros entrecortados :-Apiádate de mí, soy una criminal, indigna de tu perdón; pero tu misericordia es infinita . . . perdóname, Señor! . . . Yo era pura e inocente, yo amaba a mis padres de quienes era idolatrada! Pero un hombre . . . tú lo sabes, Dios mío, se apareció en mi camino I . . . Me habló, cautivó mi alma, y le amé! . . . Después. . . perdón, señor, si te ofendí, ten piedad de esta desgraciada . . . salva a mis padres inocentes, protégelos, vuélveles la razón para que puedan verme mas tarde a su lado; restituida a su cariño, regenerada por el arrepentimiento y ostentando la aureola a de las castas esposas! . . .