Página:Estudios de historia rural V.djvu/10

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económico de la sociedad indígena5. Si bien existieron intentos de ocupar la región desde antes de 1810 los mismos fracasaron. Uno de ellos fue el proyecto llevado adelante por los Jesuitas Cardiel y Strobel de instalar las reducciones del Pilar y de Nuestra Señora de los Desamparados en 1749 en las cercanías de la actual Laguna de los Padres y cercano a la “Puerta del Abra". Allí consiguieron reunir e instalar a alrededorde 500 indígenas que permanecieron pordos años en el lugar donde incluso conformaron un Cabildo hasta que en 1751 el cacique Bravo o Cangapol produjo un levantamiento en la región que los expulsó mas allá del Río Salado? La Junta instalada en Mayo de 1810 contó entre sus miembros con personas interesadas en el desarrollo de la agricultura y la ganadería como Manuel Belgrano, quién permanentemente alentaba la expansión de estas actividades desde las Memorias del Consulado’ y Mariano Moreno que en la famosa “Representación de los Hacendadus y Labradores” se había expresado claramente acerca del importante rol que tenían asignados Iosfactores produc- tivos en el desarrollo de la economía del Virreynato”. Sin embargo al tomar las riendas en el nuevo gobierno para el caso de la entrega de tierras no contaban con herramientasjurídicas distintas de las ya dispuestas en la etapa virreinal y de hecho mantuvieron el régimen legislativo heredado de la época colonial por el cual la tierra pública se otorgaba como ‘Merced’ o ‘Donación’ aunque trataron de adaptarlo a las nuevas circunstancias. Estas reglamentaciones, ordenanzas y decretos que fijaban las normas para la entrega y distribución de tierras públicas por parte del Gobierno tuvieron muy pocos cambios estructurales en cuanto a su funcionamiento hasta principios de la década de 1820 cuando fueron reemplazadas por el régimen de En■teusis. Autores tradicionales que han tratado el régimen de tenencia de la tierra como Avellaneda y Cárcano vieron en estas disposiciones un único sistema con defectos en su instrumentación que ya eran percibidos por los contemporáneos: No se garantizó la efectiva ocupación por parte de quién recibió la ‘Donación’, y porlotanto mucho menos su población y puesta en producción favoreciéndose así el acaparamiento y la especulación con las mismasg. Desde nuestra-perspectiva, consideramos que las sucesivas ordenanzas y reglamentos de Donaciones de tierras públicas nos brindan una excelente 9 comercialización de este recurso el sustento en gran medida del funcionamiento