Esta página ha sido validada
— 29 —
Que cansado de sufrir,
Y cansado de llorar,
Al fin se iba á envenenar
Porque eso no era vivir.
El hombre alli renegó,
Tiró contra el suelo el gorro,
Y por fin, en su socorro,
Al mesmo Diablo llamó.
¡Nunca lo hubiera llamao!
¡Viera sustaso por Cristo!
¡Ahi mesmo, jediendo á misto,
Se apareció el condenao!
Hace bien; persinesé
Que lo mesmito hice yó,
—¿Y como no disparó?
—Yo mesmo no sé porqué.
¡Viera al Diablo! Uñas de gato,
Flacon, un sable largote,
Gorro con pluma, capote,
Y una barba de chivato.
Medias hasta la berija,
Con cada ojo como un charco,
Y cada ceja era un arco
Para correr la sortija.