tanto, que provocó una crisis en su enfermedad, crisis que se resolvió favorablemente, devolviéndole la perdida razón.
Ricardo, junto al lecho donde reposaba su amada esposa, explicó á ésta minuciosamente la causa de su silencio y de su larga ausencia. son voz fatigada por la emoción, narró sus vicisitudes, los peligros y riesgos sufridos, las fatigas y azares que habían conturbado su alma y agotado sus energías.
Todo lo cual, en síntesis, es como sigue: El Avante, naufragó en las costas de la Isla Formos y Ricardo pudo ganar tierra, después de larga y penosa natación.
Salvada la vida, estuvo á punto de perderla, á manos de una tribu salvaje, que le recibió con hostilidad.
Merced á la presencia de ánimo del náufrago, á su sólida instrucción, á los conocimientos científicos que poseía y á su diplomacia y tacto, pudo ganar la confianza y estimación de los salvajes. Aun más: recabó extraordinario prestigio entre ellos, ejerciendo de almirante de una escuadrilla de piraguas, la cual combatió, con éxito, á otra tribu enemiga. Tras la victoria, Ricardo se enriqueció fabulosamente, no tan sólo con la parte que le cupo en el botín, sino que también con' los innumerables y espléndidos regalos de piedras preciosas, oro