Meléndez y otros cuyas obras se ejercitaba incesantemente en imitar, condenando luego á las llamas sus ensayos; así, á los quince había compuesto, aparte de muchas odas y otras poesías líricas, que, inéditas, hizo desaparecer, una novela y un drama que corrieron la misma suerte.
Consagróse á tan útiles trabajos, desde 1830 á 1836 y por algún tiempo, salió á la escena como actriz aficionada, tomando parte en las funciones organizadas en su ciudad natal, á beneficio de la Instrucción pública.
En el 1835, su madre, que casó en segundas nupcias con Gaspar Escalada, del regimiento de León, se decidió á seguir á su marido á la Coruña, y á esta decisión contribuyó no poco Gertrudis, cuyo genio exigía más amplios horizontes.
Aunque en unos recuerdos biográficos dice la escritora que en aquel tiempo, sólo sabía leer y escribir y representar comedias, sabemos por el testimonio de Guiteras, que su instrucción era ya vasta, que conocía el francés y había compuesto un drama titulado «Hernán Cortés.»
Salió, pues, Gertrudis, en 1836 para Santiago de Cuba, donde permaneció pocos días la familia antes de embarcarse para Burdeos y allí, al partir, escribió aquel famoso soneto de des
