soltura y elegancia, con perfecto dominio del exótico léxico en que formuléis vuestra interpelación.
Si la invitáis á tañer el piano os complacerá diligente, sin esperar ruegos insistentes que denotan mogigatería y mala educación y os causará delicia interpretando las más delicadas piezas musicales de los más celebrados y célebres compositores.
Alma cultivada, espíritu abierto á las más sútiles esquisiteces de sentimiento artístico, la hallaréis familiarizada con las obras poéticas y de escogida literatura ya hispana ó extranjera, antigua y moderna; como también catalogará con acierto, las obras maestras de los insignes pintores y escultores de todos los tiempos, haciendo, sin alardes petulantes, la crítica de las mismas y exponiendo las impresiones que recibiera al admirarlas en los suntuosos museos de Europa y de América.
Y al observarla en su vida íntima, la hallaréis tierna hija, amante esposa y entrañable madre.
Rinde fervoroso culto á las virtudes cristianas, y recatada y modesta en el templo y generosa con el menesteroso, ama á Dios y al prójimo, con la intensidad y ternura característica é idiosincrásica de toda mujer americana.
Cuantos diplomáticos y próceres extranjeros
