condenó á los jueces, los cuales fueron destituídos, expulsados de América y obligados á tornar á la Metrópoli, para ser juzgados por sus superiores.
Rehabilitada la honra de los ajusticiados, y cuando por virtud de la rehabilitación presentáronse multitud de personas pretendiendo, en calidad de parientes, heredar las fabulosas riquezas de los compadres; se personó ante el Gobernador Subdelegado de la Provincia un religioso, el mismo que había asistido espiritualmente á los reos durante su angustiosa capilla y mostró un manuscrito que en la última hora le habían entregado éstos, con encargo bajo juramento, de no abrirlo ni presentarlo, más que en el momento en que la Divina Providencia esclareciera los hechos, patentizando su inocencia y ante el mayor concurso posible de personas.
Cumpliendo, pues, la postrera voluntad de los ajusticiados, convocóse para el próximo domingo á las personas más caracterizadas de Copiapó y á cuantos quisieron asistir al importante acto. .
Hízose el requirimiento por pregones en toda la población y cundiendo la voz por toda la comarca, acudió á la plaza mayor, donde se había verificado el ajusticiamiento, un gran golpe de gentes, y una vez constituído el tribunal de autoridades, subió á la tribuna el re
