Méjico, con otras distintas y variadas tribus, las cuales, con anterioridad, habían dominado en el país, no obstante que en su mayoría, todas tienen entre sí muy marcados puntos de semejanza.
En Colombia, por ejemplo, los timbacos y los indios de Darien, presentan muy diverso tipo, con los muismas y tundamas; y los pastusos y rayanos del Ecuador, con los quichucas que tomaron carta de naturaleza desde el reinado del infortunado Atahualpa.
Diferentes son, también, entre sí, los antiguos vasallos de Inca, en Bolivia, y los fieros aymasaes, ya cruzados con los aramanos, así como en Chile. y en la Argentina, mezcláronse asímismo, esos indomables indios de la Araucania, con otras familias menos belicosas.
Más tarde, otro elemento nuevo, industrial en su origen, político-social después, aumentó la confusión de razas y prestó algunos de sus especiales distintivos á los conquistados.
En cinco grandes grupos, desde el punto de vista etnográfico, se divide la población de América, á saber: raza indígena, americana ó cobriza; raza europea, blanca ó caucásica; raza africana ó negra; razas mixtas de las anteriores y, por último, raza asiática ó mogola.
Respecto del primer grupo, diremos, que, cuando los españoles descubrieron la América, no pocos pueblos vivían en estado salvaje,
