favores divinos y humanos, porque el inca era considerado como hijo del sol, y el sol era el dios adorado por el pueblo; á su culto, al culto del astro luminoso, consagrábanse vírgenes vestales, y el rigor con que se observaban estos preceptos era tan extremado, que los castigos más formidables y crueles se les aplicaban á los infractores, cosa nada de extrañar puesto que el imperio era sanguinariamente absurdo y se consideraban como designios divinos las sentenciaș del inca, juez supremo en todos los actos solemnes de justicia.
Aún, á pesar de los años y los siglos transcurridos, conservan las mujeres indias del Perú hábitos y refinamientos religiosos y sociales de aquellas épocas bárbaras. Hasta en sus inclinaciones lo demuestran, sobre todo las indias de origen Ruichua, raza la más característica y antigua del país. Las indias de raza Ruichua prefieren vivir en las comarcas montañosas, en las regiones próximas á los Andes. Comen maíz tostado, chuño, que es una especie de patata en conserva, y carne curada al sol. Su indumentaria es ruín y miserable, -y hay que advertir que hablamos de las indias exclusivamente.-Van descalzas, visten saya y manto que les llega hasta la cintura y su único lujo es un alfiler de oro ó de plata conque se cierran el manto sobre el pecho.
Pero su tipo es arrogante y sujestivo. Son
