en aposición con el nombre poesía. "La clasificación de las voces, tarea muy sencilla en apariencia" (D. Marco Fidel Suárez).
311. No tiene aplicación la regla anterior en los casos siguientes:
a.] Cuando el sustantivo apositivo se expresa con énfasis ó encarecimiento; V. g.: "Inglaterra, la señora de los mares;" "Cervantes, el inmortal autor del Quijote."
b.] Cuando el sustantivo de aposición se expresa para distinguir una persona ó cosa de otra; como si decimos: Pedro, el carpintero, para no confundir á éste con otro de igual nombre.
c.] Precede también el artículo á los sustantivos ó adjetivos que se emplean como sobrenombres, títulos ó apodos; por ejemplo: Carlos el Temerario, Isabel la Católica, Carlos el Calvo.
312. Regla 4ª. Excusan el artículo ciertos nombres que construidos con alguna partícula forman locuciones adverbiales; v. g.: "Fué tratado como rey ó regiamente;'' "discurrió con lógica ó lógicamente;" "obró con prudencia ó prudentemente."
313. Regla 5ª. No consienten artículo los nombres que, tomados en sentido figurado, forman ciertas frases hechas. En este caso se hallan los sustantivos usados en las siguientes locuciones: Dar capote, estar en cama, hacer cama, poner freno, estar en capilla, tener buen corazón y otros más. Si en cada una de las locuciones citadas, restituímos el articulo á los sustantivos, inmediatamente recobrarán éstos su sentido recto.
314. Regla 6ª. Los nombres abstractos exigen el artículo cuando se usan como nombres de un género ó de una especie, y por lo mismo so toma en cuenta su extensión; v. g.: "Obro Pedro con la prudencia de un anciano;" la prudencia de un anciano es una especie de prudencia.
315. Regla 7ª. Los nombres de sustancias rehusan el artículo, si se atiende sólo á la comprensión del término; esto es: á las propiedades físicas ó químicas de la sustancia; y así se dice: copa de oro, vaso de cristal; pero si tales palabras se usan como nombres de género ó de especie, reclaman el artículo; v. g.: "El oro y la plata son metales preciosos."
316. Regla 8ª. No consienten artículo los sustantivos precedidos de adjetivos demostrativos ó posesivos. Antiguamente sí fueron de recibo tales construcciones; v. g.: "La su mula la andariega" (Cervantes). "Las tus plantas son como jardín de granados" (Fr. Luis de León).
No obstante puede expresarse el artículo, si el demostrativo ó el posesivo van pospuestos al sustantivo, como sucede en las siguientes construcciones:
"Desde el momento aquel beldad ninguna
Mis ojos aduló con su atractivo."
"Quiso la ignorancia mía" (Moratín Nicolás, La Petimetra). Puede asimismo el artículo preceder á sustantivos acompaña