Página:Historia de Cristóbal Colon y de sus viajes - Tomo I (1858).djvu/522

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cias en los marinos. Doña Margarita, entretanto, aguardaba en Malinas á que los rigores de la estación calmaran; pero el estado del mar lo mismo que el de los tripulantes, maltratados por la inclemencia de aquella temperatura, impidió á las naves aprestarse y levar anclas hasta el mes de Febrero. Mientras esto sucedia, la maternal solicitud de la rey na se hallaba vivamente contrariada, y Colon, respetando su cariñoso afán y cuidados, esperaba en silencio la ocasión propicia de hablarla de los descubrimientos, cuando al fin, en Marzo, se anunció la vuelta de la armada. Don Fernando, acompañado del infante don Juan, salió al encuentro de la princesa, que fué recibida con pompa estraordinaria en el alcázar de Burgos por la rey na, rodeada de lo mas florido de la grandeza y de los diputados de Aragón y Valencia; y el 4 de Abril, Domingo de Cuasimodo, los augustos novios quedaron bendecidos por el arzobispo de Toledo.[1] A las fiestas que precedieron el matrimonio sucedieron regocijos sin número, y durante veinte dias fué imposible á la rey na ocuparse de los destinos de Castilla en el nuevo mundo; mas desde esta fecha pensó seriamente en disponer una tercera espedicion de descubiertas.


IV.


El dia 23 de Abril dio Isabel una real orden para proceder á la compra, al precio corriente en el mercado,

  1. Ferreras. Historia jeneral de España, t. VIII. p. 183.