Página:Historia de Cristóbal Colon y de sus viajes - Tomo I (1858).djvu/528

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— 4i8— de los preparativos de marcha. El príncipe de Asturias, don Juan, presunto he- redero de las coronas de Castilla y Aragón, acompa- ñado de su joven esposa doña Margarita, habiendo lle- gado á Salamanca, cuyos habitantes lo recibieron con señaladas muestras de entusiasmo y lucidos festejos, se sintió atacado al cuarto dia de su estada en las orillas del Tormes de una fiebre lenta, síntoma de un maras- mo, cuya causa oculta dio al traste con todos los recur- sos de la ciencia de curar. Las fuerzas del rejio vastago se disipaban á ojos vista, y el 4 de Setiembre exhaló el último aliento, dando pruebas de valor heroico: su pa- dre no pudo llegar á su lado hasta la hora postre- ra. Y como en aquellos mismos instantes se encontraba la reyna ausente y ocupada en los preparativos de las bodas de su hija mayor doña Isabel, que á fuerza de súplicas habia decidido á tomar por esposo al rey de Por- tugal, la ocultaron el terrible suceso. Grandes y peque- ños vistieron ropas de duelo por espacio de cuarenta dias;^ y sobre las puertas de todas las ciudades se iza- ron banderas negras; que la nación española sentía, cual si fuera una famiha, la pérdida de tan cumplido príncipe. El dominico Er. Diego de Deza, primer defensor de Colon ante la junta de sabios y antiguo preceptor del malogrado don Juan, ocupaba á la sazón la silla epis- copal de Salamanca. De maestro, tornado amigo, y ha- biendo quedado de padre espiritual de su real discípulo, no se apartó de su cabecera, lo asistió hasta el último instante, y en su catedral se inhumó su cadáver. El amo- roso corazón de Diego de Deza se habia aficionado al príncipe con ternura verdaderamente paternal; habia in- fundido su ciencia al vastago de la grande Isabel y lo . "Grandes y pequeños se vistieron de xerga blanca, que fue la úl- tima vez que se usó esta manera de luto en CastiDa." — Gril González de Avila. Hisioria de Salamanca, lib. III. cap. XIX.