Página:Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana.pdf/23

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

con San Martín se relacionaban, entre ellos, su correspondencia particular desde 1813 á 1819, llena de expansiones y confidencias verdaderamente históricas.

He registrado el archivo del General O'Higgins, de que era poseedor mi malogrado amigo el historiador Vicuña Mackenna, en el cual encontré datos curiosos sobre puntos muy recónditos, y entre otros, su correspondencia por medio de clave con SanMartín, forma en que se comunicaban sus asuntos particulares.

Tuve también la fortuna de que viniese á mi poder una parte del archivo de don Tomás Godo y Cruz, amigo y agente político del General, cuya correspondencia íntegra desde 1816 á 1821, sin faltar una sola carta, constituye la serie más importante de su colección, la que me fué dada por el señor General Domingo F. Sarmiento, que la había tenido presente al escribir la biografía suya de San Martín que se publicó en la «Galería de hombres célebres de Chile». Es una riquísima mina de informaciones del mayor interés, como que todas las cartas, y algunas de ellas de tres y cuatro pliegos, sonde puño y letra de San Martín; que revela en ellas su genio, su carácter, sus planes políticos y militares y sus secretos más íntimos durante ese gran período.

Pude también consultar el archivo del General Las-Heras, antes y después de su muerte, y á él debo, además de algunos documentos que allí se encuentran, importantes noticias verbales y epistolares, lo mismo que al General Zapiola que me donó en vida todos sus papeles, muy útiles para la historia de las campañas del sud de Chile.

Por último, citaré en globo las Memorias Históricas manuscritasdelosgenerales Alvarado, Luzuriaga, Hondean y Alvarez Thomas, y las de Posadas; la correspondencia confidencial de San Martín con los Directores Posadas y Alvarez Thomas, y con el General don José Antonio Balcarce, su segundo en el mando; de don Juan José Passo en 1814, además de la de O'Higgins ya mencionada, así como con don Tomás Guido, su confidente durante más de treinta años, y con varios otros contemporáneos, todo lo cual forma parte de mi archivo de originales y he utilizado convenientemente.

Finalmente, en la República Argentina, en el Estado del Uruguay, en Chile, Perú y Bolivia he tenido ocasión de adquirir noticias verbales de varios contemporáneos, algunos de