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había contratado, especialmente, al referido facultativo, para que se trasladase á Santaigo, desde San Marcos de Arica, lugar de su residencia. La verdad fué que el mismo Suarez se ofrecio por carta al Cabildo, por no probarle el clima del norte, según consta del contrato, extendido ante el escribano público Manuel de Toro Mazote, con fecha 3 de Octubre de 1648, y en el cual se estipula el plazo de seis años, con dos mil pesos plata de ocho reales, de sueldo anual. [1]


§II.


Hemos encontrado comprobantes de la existencia de algunos médicos del siglo XVII, cuyos nombres habian quedado inéditos hasta hoy dia.

En los manuscritos de la Real Audiencia, se hallan, con referencia á estos médicos, recibos y firmas que los acreditan como profesionales á cargo del hospital de San Juan de Dios, con la renta de 150 pesos oro, anuales [2].

En 1649 y 1650 aparecen los servicios de Diego San Roman.

Después no hay más datos hasta el 30 de Julio de 1670, en que, la Real Audiencia mandó pagar 8 patacones, por un mes de servicios médicos, en el hospital, á Francisco Reguera. ordenando que enseguida se le despidiese sin dar la causa de tal determinación, quizás por los desaciertos del facultativo, tan comunes en aquellos tiempos.

Desde el 13 de Agosto de 1670, hasta el 25 de Junio de 1677, sirvió el Bachiller Antonio Carneaceda y Castro. [3]

De los mismos archivos consta que en 1686, ejercía el servicio médico del hospital de Concepción, Álbaro Torres de

  1. Rejistro de Escribanos—Vol 175.—Año de 1648—Manuscritos de la B. N.
  2. Arch. de la Real Audiencia—Vol. 738
  3. Con fecha 20 de Junio de 1683, se pasó una nota al presidente don José de Garvos (sin firma y con dos rúbricas), de la cual tomamos lo que sigue: «El jueves 17 de el corriente murió don Pedro Fernández de Moreda estando preso en la cárcel de esta ciudad por la cauda criminal que contra él pende en esta Real Audiencia: dicen que procedió su muerte de haberse sacado una muela y tomado agua fría en la boca; asistióle Antonio de Carneaceda, médico de esta ciudad y recibió los santos sacramentos y dió poder para testar.»