Página:Historia general de la medicina en Chile, tomo I.pdf/444

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
— 456 —

Termina este segundo artículo con detalles fisiológicos sobre el aire, la respiración, y demás condiciones higiénicas que reclama la vida.

3.º Primera observación Metereológica publicada en Chile, el juéves 7 de Mayo de 1812, en la Aurora de Chile.— N.º 13.

Dice así;

Observación Metereológica

«En el centro del otoño en que estamos:

Termómetro.—12½° de Reaumur, y 60°, Farenei.

Barómetro.— 28 pulgadas 11,9.

El 5 de Mayo á las diez del dia en el quarto del curioso dueño de los instrumentos con las puertas abiertas.»

El autor de esta observación fue el comerciante español don Felipe Castillo Albo, quien publicó otras más amplias en «El Mercurio Chileno» de don José Joaquín de Mora, el año 1828,

4.º Primeras noticias sobre el movimiento del Hospital de San Juan de Dios, en la Aurora de Chile.—N.º 39.— Juéves, 5 de Noviembre de 1812. (Bajo el nombre del periódico la Aurora aparece en vez de Periódico Político i Ministerial, el nuevo lema: «Luce beet popules, somnos expellat, et umbras!»)

El movimiento del Hospital, acaecido en Octubre de 1812, á que nos referimos, acusa un total de 400 enfermos, incluídos 150 que quedaban del mes anterior. Firma esta noticia el Sr. Manuel Joaquín Valdivieso.[1]

  1. El primer aviso sobre la instalación de una botica fué publicado en "El Monitor Araucano" N.º 71, del Martes 21 de Septiembre de 18103.
    "Aviso al público.

    En la Plazuela de la Compañía se ha abierto, con aprobación del Protomédico, una nueva botica y oficina de Farmacia á que pueden acudir con entera satisfacción las personas que hubiesen menester este género de auxilios. Lo reciente y selecto de sus simples y composiciones, y la acredicada pericia, dedicación y largo uso del Profesor D. José Castillo, que la administra, deben inspirar toda la confianza que requiere una materia en que tanto se interesa, lo mas precioso que posee el hombre; el público tendrá éste socorro más entre los pocos que contaba de su clase con respecto á la población de ésta ciudad, y la porción indigente baxo de un certificado sencillo de los Facultativos médicos contenida en las mismas recetas, hallará toda la gracia competible con los costos y labores que traen consigo semejantes oficinas."