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como un hielo, tan saludables como las de Pismento, en Cuyo, al pie de la cordillera, y las de Bucalemo, que salvaron de grave enfermedad al mismo padre Rosales, que, según él cuenta, ya se estaba muriendo y sin cura ni quien la supiese aplicar, sintiendo inmediata mejoría después de haberse hechado á pechos un cántaro de tan excelente agua.

Eguía y Lumbe encomia los salutíferos baños calientes en los términos de Chillán.

Las aguas de Colina, Apoquindo, Cauquentes etc., fueron de reconocida utilidad para los indios y los antepasados de este territorio.

Respecto de los de Chillán, Martínez de Bernabé dice que en la región maulina donde trafican los indios pehuenches Alico, Retamal y Renegado, en el partido de Chillán, cerca del boquete del Renegado, las aguas sulfúreas están en boquerones de una vara, hirviendo y resonando, barrosas, rodeadas de circuitos vaporosos sulfúreos tan densos que semejan nieblas elevándose no sólo de las bocas sino de toda la superficie de la tierra adyacente. Este mismo historiador refiere que examinó dichas aguas y las utilizó con eficacia en el tratamiento de enfermedades ulcerosas, cutáneas, espasmódicas y demás procedentes del virus venéreo y sistema nervioso.

Las aguas termales son muy comunes en Chile, dice el abate Molina [1]: las de Peldehue, tienen dos fuentes, una de 60 gramos Reaumur, siendo que la temperatura del lugar es de 8 grados por término medio, y la otra de 56 grados. La más cálida «es saponásea al tacto y levanta espuma al modo que el jabón, lo que proviene de los álcalis minerales que se encuentran en ella como principio dominante, y que retienen en disolución algunas materias oleósas. Esta agua, cuya gravedad específica no pasa de 2 grados sobre el término del agua dsetilada, no tiene olor ninguno sensible, es perenne clara y un poco gaseosa; siendo de presumir que provenga su calor de alguna gran reunión de piritas que se encuentran en la efervecencia de su descomposición expontánea á la parte del monte por donde pasa la fuente. El agua más fría es marcial y vitriólica; y así cuando se junta con la cálida alcalina, deponde alguna sal de Glauber, y un sedimento de sustancia de ocre amarillo.»

Las aguas de Cauquenes son de diversas composiciones, siendo unas «calidísimas y extremo fríoas, ó ácidas, marciales, simples ó alcalinas, como también pritosas como las de Pisa, y aún vitriólicas ó neutras. La fuente principal es sulfurosa cáli-

  1. Historia de Chile, por el Abate Molina. Ob. cit.