En invierno, deben levantarse mucho antes del día, pero no saldrán al campo hasta que no aclare bien. En cuanto aclare, ya deben salir. Si hay niebla, no saldrán hasta que se quite, y en el acto de irse quitando, ya saldrán. En tanto no se quite la niebla, los entretendrán a los peones en lo que haya que hacer en las casas, si es que hay, y si no, los harán reparar las guascas y defectos que tengan en sus recados.
Capataces. — Si Arista o algún capataz no llena sus deberes, y de ello no queda duda, se pondrán de acuerdo Décima y Morillo, y lo echarán poniendo otro en su lugar; pero la intimidación se le hará cuando ya el entrante vaya a recibirse.
Peón doctor. — Se consentirá en un caso muy apurado, o no se admitirá ninguno.
Ayudantes. — Los ayudantes para ver si se ha cumplido cuanto contienen estas instrucciones, y verlo por sus mismos ojos, deben emplear los días que se necesiten, y no venirse antes, a no ser que lleven tiempo limitado; pero no siendo así, de ningún modo se vendrán sin haber acabado de revisarlo todo hasta llenar lo más mínimo.