IMPRESIONES DEl. DOS DE MAYO 315
y se precipitaba en oleadas, llenando el espacio que média entre Bellavista y el Callao; que se apoderaba de las alturas, y enarbolando estandartes atronaba el aire con belicosas aclamaciones.
La brisa del alba, disipando los vapores de la noche, descubrió la bahia, que presentaba un espectáculo imponente.
Las naves españolas con sus flámulas y gallardetes al aire y arriba su gente, habian tomado posicion delante del puerto, impasibles á los movimientos provocativos de nuestros atrevidos buquecillos.
Los buquesextrangeros, abandonando su fondeadero y agrupados á distancia guardaban la actitud de testigos en aquel formidable duelo.
Nubes blancas interceptaban á trechos el azul del cielo, y sus sombras débiles daban á aquel cuadro un aspecto fantástico.
Era ya la mitad del dia, y la ansiedad habia llegado á su colmo. Techos, paredones, huacas, todo estaba lleno de espectadores, que, en diversas actitudes, tenian la vista fija en un mismo punto. El campanario del pueblo era el mejor sitio de observacion. A favor de un larga-vista colocado allí, se veia perfectamente todo lo que pasaba á bordo de los buques españoles.
De repente, el flanco de la Numancia arrojó una llamarada seguida de un trueno. Labatería de Santa Rosa envió al momentoigual respuesta; y una bomba