Página:La Antígona de Sófocles - La Apología de Sócrates - Las poetisas de Lésbos (1889).djvu/175

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
175
DE LESBOS

IV

Las mujeres de raza jónica, en particular las atenienses, vivían confinadas, como las mujeres orientales, en la apartada gyneconitis, excluídas de toda intervención en las cosas del entendimiento, limitadas al estrecho círculo de las ocupaciones domésticas, habiendo perdido por completo aquella encantadora ingenuidad, aquella libertad amable que nos hace tan interesantes y simpáticas á las Helenas, á las Andrómacas Náusicas de los poemas homéricos. La casa y la familia eran el único teatro de las mujeres de Atenas. La posición inferior limitada que en la Jonia asiática ocupaba el sexo débil por circunstancias particulares á la historia de esta raza, había llegado á ser la situación ordinaria de las bellas mujeres atenienses. Vivir en la oscuridad de la vida privada: esta era su misión única. La mejor de las mujeres, decía Pericles, es aquella de la que no nos ocupamos ni para bien ni para mal. Las que salían de esta triste oscuridad, las que adquirían alguna celebridad