Ir al contenido

Página:La Divina Comedia (traducción de Manuel Aranda y Sanjuán).djvu/154

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
136
LA DIVINA COMEDIA.

si es cierto lo que he oido, te responderé sin temor á la infamia. Yo fuí hombre de guerra y luego franciscano, creyendo que con este hábito expiaria mis faltas; y mi creencia hubiera tenido ciertamente efecto, si el gran Sacerdote[1], á quien deseo todo mal, no me hubiese hecho incurrir en mis primeras faltas. Quiero que tú sepas cómo y por qué. Mientras conservé la forma de carne y hueso que mi madre me dió, mis acciones no fueron de leon, sino de zorra. Yo conocí toda clase de astucias, todas las asechanzas, y las practiqué tan bien, que su fama resonó hasta en el último confin del mundo. Cuando me ví cercano á la edad en que cada cual deberia cargar las velas y recoger las cuerdas, lo que antes me agradaba me disgustó entonces; y arrepentido, confesé mis culpas, retirándome al claustro. Entonces, ¡ay! infeliz de mí! pude haberme salvado: pero el príncipe de los nuevos fariseos estaba en guerra cerca de Letran[2], (y no con los sarracenos ni con los judíos; pues todos sus enemigos eran cristianos, y ninguno de ellos habia ido á conquistar á Acre, ni á comerciar en la tierra del Sultan)[3]: no tuvo en cuenta su dignidad suprema ni las sagradas órdenes de que estaba investido, ni vió en mí aquel cordon que solia enflaquecer á los que lo llevaban; sino que, así como Constantino llamó á Silvestre en el monte Soracto, para que le curase la lepra[4], así tambien me

  1. Bonifacio VIII, á quien luego llama «príncipe de los nuevos fariseos.»
  2. En Roma misma, con los Colonnas, que habitaban cerca de S. Juan de Letran. Se refiere al papa Bonifacio VIII.
  3. Ninguno de sus enemigos, despues de abjurar la fé cristiana, habia ido á atacar á Acre en compañia de los sarracenos, ni habia proporcionado á estos, por el deseo del lucro, viveres ni municiones.
  4. Así como Constantino pidió al papa S. Silvestre, que estaba oculto en una cueva del monte Soracto por huir de la persecucion que se hacia á los cristianos, que le curara la lepra. Este hecho, atribuido á Constantino, es falso; pero se creia en tiempo del Poeta. El Soracto, hoy monte de San Orestes, está situado en la Etruria meridional, á la