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LIBRO SEXTO

tas veces por este camino. ¿para qué recordar á Teseo y al grande Alcides? Mi linaje tambien trae su orijen del poderoso Jispiter.

Con tales palabras la suplicaba Eneas asido de los altares, cuando la profetiza empezó á hablarle asi: "Descendiente de la sangre de los Dioses: ¡Troyano, hijo de Anquises! fácil es bajar al Averno: las puertas del palacio del negro Pluton están abiertas dia y noche; pero volver atrás y subir hasta la region de la luz, esta es la empresa, esta es la dificultad. -- Algunos pocos, distinguidos por el justo Júpiter, hijos todos de Dioses, y cuyas fervorosas virtudes los elevarian hasta los cielos, han podido efectuarlo. Inmensos bosques cubren el espacio intermedio, y la corriente del Cósito le rodea con sus Degras vueltas. Pero si tan ardiente deseo hay en tu alma, si tanta es tu ansia por atravesar dos veces la laguna Estigia, ver dos veces el negro Tártaro, y si te agrada entregarte á esta empresa insensata, sabe lo que primero debes hacer.

"En un sombrio árbolestá oculto un ramo consagrado á la Juno de los Infiernos[1] cuyas hojas y tiernos gajos son de oro. Le cubre el bosque y le ocultan las sombras de tenebrosos valles. A nadie le es dado bajar de la tierra á los abismos, sinó al que cortase del árbol aquella tierna y dorada cabellera. La hermosa Proserpina ha establecido que este presente deba serle llevado. Cortado una vez, no por eso falta el ramo de oro, pues que el