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El Sueño y la Muerte trasportan á la Licia el cadáver de Sarpedón


CANTO XVI
PATROCLEA


1 Así peleaban por la nave de muchos bancos. Patroclo se presentó á Aquiles, pastor de hombres, derramando ardientes lágrimas como fuente profunda que vierte sus aguas sombrías por escarpada roca. Tan pronto como le vió el divino Aquiles, el de los pies ligeros, compadecióse de él y le dijo estas aladas palabras:

7 «¿Por qué lloras, Patroclo, como una niña que va con su madre y deseando que la tome en brazos, la tira del vestido, la detiene á pesar de que está de prisa y la mira con ojos llorosos para que la levante del suelo? Como ella, oh Patroclo, derramas tiernas lágrimas. ¿Vienes á participarnos algo á los mirmidones ó á mí mismo? ¿Supiste tú solo alguna noticia de Ptía? Dicen que Menetio, hijo de Áctor, existe aún; vive también Peleo entre los mirmidones; y es la muerte de aquél ó de éste lo que más nos podría afligir. ¿Ó lloras quizás porque los argivos perecen, cerca de las cóncavas naves, por la injusticia que cometieron? Habla, no me ocultes lo que piensas, para que ambos lo sepamos.»