Página:La Ilíada de Homero, Tomo I (Ignacio García Malo).pdf/351

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
(245)

Donde se unia el cinto, y alcanzando
A herirle en esta parte, le lacera
Su delicado cutis. Marte al punto
Saca la aguda lanza de la herida,
Y da un grito horroroso, semejante
Al que dan nueve mil ó diez mil hombres
Que en la guerra caminan presurosos
A invadir sus contrarios belicosos.
 Al oírlo, el temblor, espánto y miedo
Sorprehendió á los Acheos y Troyanos:
Tan terrible fue el grito del Dios Marte.
Asi como aparecen por las nubes
Los oscuros vapores, levantados
En el ardiente Estío por el viento;
Asi á Diomédes Marte parecia
Subiendo al Cielo hermoso y estrellado,
De unas sombrías nubes rodeado.
 Arriba en un instante al alto Olympo,
Morada de los Dioses, y oprimido
Su corazon de pena y de tristeza,
Se sienta cerca del Saturnio Jove,
Le manifiesta alli la inmortal sangre
Que corre de su herida, y exhalando
Un profundo suspíro, asi le dice:
„¿No excitará tu enójo, Padre Jove,

 Tomo I.
Q3