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tiéndole en la accion de Pardos, por cuyo hecho obtuvo el grado de capitan: al lado de las tropas leales concurrió á sofocar la sublevacion de 22 de Junio de 1866, en esta córte; prestó sus servicios en Navarra, desarrollada ya la actual guerra civil, en 1871, y pasó en el año siguiente á Cataluña para operar contra el cabecilla Castells, asistiendo á varios hechos de armas, y entre otros á la reñida accion de Algés, en la cual contrajo méritos que fueron premiados con un ascenso en su carrera.

Confiósele el mando del regimiento del Rey, 1." de Lanceros, en Mayo de 1873, y desde aquella época ha permanecido constantemente en Navarra, tomando parte en las principales funciones de guerra: hallóse en los combates de Allo, Arellano y Dicastillo ; en el de Murillo del Fresno; en la batalla y retirada de Montejurra, en los dias 7, 8 y 9 de Noviembre de dicho año; en la de Oteiza, el 11 de Agosto de 1874, y en otras muchas acciones de menor importancia.

Ostenta en su pecho tres cruces rojas del Mérito militar, ha sido ayudante del capitan general de PuertoRico y posteriormente del general en jefe del ejército de Cataluña, y cuenta 25 años de servicios efectivos.

Saben ya nuestros lectores que en virtud de Real decreto de 9 del actual ha sido promovido á brigadier de ejército por la heroica hazaña ya referida que llevó á cabo en la batalla de Nanclares á la cabeza de 98 jinetes del regimiento de su mando.

Damos tambien en la pág. 37 el retrato del malogrado sobrino del Sr. Contreras D. Enrique de Torres y Cañamas, capitan en el mismo regimiento, que murió gloriosamente en el combate. Este valiente jóven habia nacido en 1850 y estaba en la campaña del Norte desde 1873.


CRÓNICA ILUSTRADA DE LA GUERRA.

Ejército del Norte: Paso de las tropas por el puente de Doroño despues de la batalla de Treviño.—Vista de la villa de Treviño, cercana al sitio del combate.—Division naval del Cantábrico: Fragata Vitoria y aviso Fermando el Católico bombardeando las poblaciones del litoral ocupadas por los carlistas.

No hemos de repetir aquí la descripcion que hicimos en el número anterior de la batalla de Nanclares ó de Treviño,—que estos dos nombres se conceden indistintamente á aquel importante hecho de armas, por la proximidad de los pueblos así llamados.

Mencionámosla únicamente para presentar á nuestros lectores los dos grabados que figuran en la pág. 36, segun cróquis del Sr. Rodriguez Tejero. El primero representa el paso de las tropas victoriosas por el puerto de Doroño, hacia la media tarde del dia del combate.

El citado puerto está formado por las quebraduras y vertientes de los montes de Vitoria, y le atraviesa un estrecho y tortuoso camino que conduce á la capital de Alava: el general en jefe, rodeado de su Estado Mayor, estuvo colocado en una pequeña meseta, á la derecha del camino, en la falda de elevada montaña, y presenció desde allí el desfile de las tropas que se dirigian á Vitoria, siguiendo despues él mismo á la ya libertada capital alavesa.

La villa de Treviño, representada en el segundo grabado de la misma página, es la capital del antiguo y famoso condado del mismo nombre, y apénas conserva hoy dia algunos tristes vestigios de su pasada importancia.

El grabado de la pág. 44 se refiere al bombardeo de los pueblos del litoral vascongado que están ocupados por los carlistas, el cual ha sido debido á recientes enérgicas disposiciones del Gobierno y ejecutado por las fuerzas navales del Cantábrico, á las órdenes del contralmirante Sr. Polo de Bernabé, que arbolaba su insignia en la gallarda fragata Vitoria.

Previa notificacion, que lleva la fecha del 12, los buques de la escuadra castigaron duramente á las poblaciones de Motrico, Deva, Bermeo y otras, contestando los carlistas con algunos disparos de cañon, hechos desde las alturas inmediatas á las mismas.

Tales son los amargos frutos que produce nuestra maldecida guerra civil.

FUENTERRADÍA Y SANTURCE.

Vistas de dos lindas poblaciones situadas en la costa cantábrica presentamos en las págs. 37 y 45.

La primera representa la ciudad de Fuenterrabia, que se levanta en forma de anfiteatro sobre la falda oriental del promontorio de Olarso, en la márgen izquierda del Bidasoa y cerca de la costa, á unos 15 kilómetros de San Sebastian, capital de la provincia, y á 33 próximamente de Tolosa, capital foral.

Esta noble ciudad, que áun está rodeada de fuertes murallas y profundos fosos, ofrece en su historia gloriosisima dignos ejemplos de valor y patriotismo.

Atribuyese su fundacion al célebre Sancho Abarca, fortificóla el rey de Navarra D. Sancho el Sabio, dióla fueros y privilegios el Rey de Castilla D. Alfonso IX, y protegiéronla señaladamente el emperador Cárlos V y los reyes D. Felipe II, D. Felipe IV y D. Felipe V.

Durante más de tres centurias ha sido objeto codiciado por los vecinos franceses: un ejército de 40.000 hombres la atacó desesperadamente en 1476, y la historia guarda en sus páginas inmortales los nombres del gobernador de la plaza D. Beltran de Gago, del Conde de Salinas y de D. Diego Perez de Sarmiento, que rechazaron á los invasores; sorprendida en 1521 por las tropas de Francisco I de Francia, fué luégo recuperada por los tercios castellanos y guipuzcoanos, á las órdenes del condestable de Castilla D. Iñigo Fernandez de Velasco; acometiéronla de nuevo los franceses, en número de 25.000 peones y 4.000 jinetes, en 1638, y al cabo de 6. dias de sitio sus esforzados habitantes derrotaron por completo á los sitiadores, y les causaron espantosas pérdidas; otra vez la cercaron 26.000 franceses en 1719, y á la par fué bombardeada por numerosa escuadra inglesa, y pactó capitulacion con el Duque de Berwick, despues de 22 dias de estrecho cerco, para poner término á la sangrienta guerra de sucesion, —pacto que infringieron los sitiadores, entregándose al saqueo más horroroso.

En Mayo de 1834 fué atacada rudamente por los carlistas, y defendida con heroismo por el general isabelino D. Fernando de Butron, y si poco despues cayó en poder de aquéllos, merced á una sorpresa atrevida y feliz, el general Jáuregui la recuperó en 1837, causando al jefe carlista Guilebalde, que la defendió con un valor admirable, más de 400 muertos, 1.000 heridos y 800 prisioneros.

Hoy, aunque codiciada por los carlistas, es una de las plazas del litoral guipuzcoano que permanecen fieles al Gobierno de la nacion.

El pueblo de Santurce (véase el referido grabado de la pág. 45) constituye uno de los Tres Concejos que forman el ayuntamiento de tal nombre, en la provincia de Vizcaya, partido de Balmaseda.

Está situado á tres kilómetros de Portugalete, á orilla del mar, y al pié del monte de Zarantes, en cuya cima existe el cráter de un volcan apagado.

Su iglesia parroquial de San Jorge es muy notable por la antigüedad que revela.

UN CAMBIO DE PAREJAS DE LA GUARDIA CIVIL.

Copia del cuadro de D. L. Franco.

En la Exposicion permanente que se celebra en esta córte, bajo los auspicios del Sr. Bosch, en la antigua Platería de Martinez, ha podido admirarse hasta hace pocos dias el bello cuadro de género que reproduce nuestro grabado de la pág. 40, segun una fotografía del señor Lauret. Titulase Un Cambio de parejas de la Guardia civil, y es original del reputado artista señor don L. Franco, que tan envidiable renombre ha conquistado con sus excelentes obras pictóricas.

Una pareja de la Guardia civil custodia unos cuantos malhechores que están atados codo con codo, como se dice vulgarmente, y les hace caminar por trámites de justicia hasta el pueblo designado por órden superior; y en llegando al punto donde termina la jurisdiccion vecinal, digámoslo así, de aquélla, una segunda pareja del mismo instituto se hace cargo, mediante entrega formal, de los presos, y los custodia y guia á su vez hasta confiarlos á la vigilancia de una tercera pareja, y asi sucesivamente.

En el cuadro del Sr. Franco se observa una composicion sencilla, pero bien desempeñada; gran fidelidad en los tipos y mucha correccion en el dibujo. Recientemente ha sido adquirido en una cantidad importante por el Excmo. Sr. Duque de Bailén.

EL ALJIBE DE TRILLO, EN GRANADA.

(Dibujo original de D. Ricardo Madrazo.)

Un bello recuerdo de la oriental Granada publicamos en el grabado de la pág. 41, debido al correcto lápiz del jóven y distinguido pintor D. Ricardo de Madrazo, que reside actualmente en Roma conquistando merecido renombre con sus primorosas obras artísticas.

Representa uno de los sitios más caracteristicos de la ciudad de la Alhambra y del Generalife, el llamado Aljibe de Trillo, célebre por haber fallecido en tal casa el pintor Melgarejo, uno de los más famosos representantes de la escuela granadina.

EL CORONEL DE INGENIEROS DON FRANCISCO COELLO

DE PORTUGAL Y QUESADA.

Abierta el 15 del actual en la capital de Francia la anunciada Exposicion Internacional de Ciencias Geográficas, creemos oportuno publicar en la pág. 45 un retrato del delegado de España en aquel certámen, Sr. D. Francisco Coello de Portugal y Quesada, coronel de ingenieros, autor de la magnifica obra titulada Mapa oficial de España y de varios libros apreciables.

Nació el Sr. Coello en Jaen, en 1822; ingresó en la Real Academia de Ingenieros en 1836; salió nombrado teniente del Cuerpo á fines de 1839, y destinado á las órdenes del general Espartero, asistió á los sitios de Segura, Castellote y segundo de Morella, y luégo á la toma de Berja, obteniendo al fin de la campaña el grado de capitan y la cruz de San Fernando.

Siendo capitan efectivo, fué propuesto, á mediados de 1844, por el ingeniero general Zarco del Valle, para agregarse al ejército frances, que realizaba la conquista de Argelia, y en aquel país, y al lado de sus compañeros los Sres. Burriel y Villar, distinguidos oficiales del Cuerpo, hallóse en los hechos de armas, expediciones y sorpresas que verificaron durante dos años los generales Cavaignac, Lamoricière, Saint-Arnaud, etc., despues tan famosos, siendo testigo presencial de casi todas las peripecias de aquella ruda lucha, que terminó con el horrible drama de las grutas de Dalira, y consignando en una notable Memoria, ilustrada con mapas y planos, el resultado de sus observaciones.

Destinado en 1846 á la Direccion general del Cuerpo, dió principio á sus trabajos para la publicacion del Atlas de España: á fines del año siguiente apareció el Mapa de la provincia de Madrid, grabado en cobre con belleza y precision, y sucesivamente fueron apareciendo las 46 grandes hojas que forman hasta ahora el Atlas, siendo nombrado el capitan Coello, por consecuencia de tales trabajos, corresponsal de las sociedades geográficas de Lóndres, Paris y Berlin, y posteriormente miembro de honor de la italiana, y mereciendo medalla de Mérito de la Exposicion de Viena.

Comandante en 1855, publicó su luminosa obra Proyecto de lineas generales de mareacion y ferro-carriles en la Península; en 1858, promovido ya á teniente coronel, fué vocal de la Junta de Estadística, recien creada, y escribió para el primer Anuario de la misma su ilustrada Reseña geográfica de España y de sus provincias de Ultramar; ejerció luégo los cargos de director de las operaciones topográfico-catastrales y de las geográficas, y ascendido á coronel en 1865, dió á luz sucesivamente nuevos estudios geodésicos, geológicos é hidrológicos, que prepararon el terreno, por decirlo así, para los magnificos resultados que despues ha producido el Instituto Geográfico.

Aunque pidió y obtuvo su retiro en 1866, todavía ha desempeñado el Sr. Coello otros importantes cargos científicos; en el año último fué elegido por unanimidad individuo de número de la Academia de la Historia, y prepara una excelente publicacion acerca de las vias romanas en la Península.

El Gobierno de S. M. acaba de darle público testimonio de consideracion á sus merecimientos, nombrándole, como queda dicho, delegado de España en la Exposicion Internacional de Ciencias Geográficas que actualmente se celebra en Paris.


EL BARON DE HUGHES. (Véase la pág. 46.)


EUSEBIO MARTINEZ DE VELASCO. -


CARTAS PARISIENSES. -

17 Julio.

Si la prensa fuese, como muchos pretenden y yo no niego en absoluto, reflejo exacto del espiritu dominante del pais en que actúa, podria decirse, sin temor de que nadie protestase, que París se habia convertido, de diez dias á esta parte, en un inmenso corro de verduleras.

¡Qué de desvergüenzas, de groseros denuestos y de indecentes epitetos se han visto en letras de molde! ¡Va-