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A tu beldad magestuosa y grave
Desconocer no puedo que eres Diana
Hija del gefe eterno de los Dioses.
Si asi no fuese; si mortal esencia
Te animase... oh tres veces venturosos
Tus padres y tus inclitos hermanos!
¡Cuál ha de ser su cándida alegría
Al ver como en los coros y festines
A todas sobresales! mas ¡mil veces
Sobre todos feliz aquel que pueda
A la suya juntar tu hermosa mano,
Aunque de cuanto tenga á costa sea!
Nunca ví una mortal tan adornada
De gracias y beldad. Al contemplarte
Ciega el ojo y se pierden los sentidos.
Tal en Delfos ví un dia una palmera
Salir airosa de la madre tierra.
Allí seguido fuí de hueste inmensa;
Fatal andanza donde empezar pudo
De mis largas desdichas la carrera!
Al ver aquella planta, largo espacio
Quedé de admiracion absorto y mudo;
La tierra nunca prenda igual produjo
Igual sorpresa al contemplarte pruebo;
Besar tus pies quisiera, pero tiemblo
Porque me oprime de infortunio el peso[1]
Salí de la isla Oygia ha veinte dias
- ↑ Esta isla se supone situada frente del Lacinio, ó Grecia grande; su existencia es muy problemática, pues no se halla rastro de ella; es regular que el Poeta que inventó la Diosa, inventase tambien su morada.
raba amargamente á su esposa en brazos de Circe, la Ninfa le daba este mismo matador, que era el hijo que designaba el Oraculo. A haberse acordado mas de sus mocedades, es probable que hubiera conservado por mas tiempo la vida y la corona; pero todos somos lo mismo, y si Ulises no hublese sido como todos la ley divina no se hubiera podido cumplir, lo que, solo el insinuarlo, es una blasfemia.