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LA ODISEA
lieron del palacio con hachas encendidas y, en acabando de hacer diligentemente la cama, presentáronse á Ulises y le llamaron con estas palabras:
342 «Levántate, huésped, y vete á acostar, que ya está hecha la cama.» Así dijeron, y le pareció grato dormir. De este modo el paciente divinal Ulises durmió allí, en torneado lecho, debajo del sonoro pórtico. Y Alcínoo se acostó en el interior de la excelsa mansión, y á su lado la reina, después de aparejarle lecho y cama.