intelijencia, que les impide poner la debida contraccion al estudio, para convencerse de que es una verdadera crueldad obligar a esos desgraciados seres a entregarse a tareas intelectuales desde las 9 hasta las 11½ de la mañana, i desde la 1 hasta las 4 o 5 de la tarde; i tras del esfuerzo intelectual que lleva consigo un desgaste considerable de enerjías, i con el estómago casi vacío, tienen todavía que dedicar un tiempo considerable a los ejercicios jimnásticos.
En el informe precitado de julio de 1899, esponia al Gobierno «No tengo otro interes, ni persigo otro fin, que el fiel cumplimiento de mi deber; i es mi deseo hacer lo posible por proporcionar, en la medida de mis fuerzas, a los niños de nuestras escuelas, todo lo necesario para que, aprovechando bien la instruccion que les da el Gobierno en los establecimientes fiscales, puedan mas tarde ser ciudadanos útiles a su patria i den sienpre pruebas del vigor i enerjía de nuestra raza.
»El proyecto o medida que a mi entender puede remediar estos inconvenientes, es crear una Sociedad Protectora de los Niños de las Escuelas Públicas. En lo que se refiere a proporcionarles el vestuario i el alimento a los niños que carecen de ellos, yo me encargo de buscar los medios. Tengo seguridad de que las distinguidísimas damas de nuestra sociedad, que hacen del ejercicio de la caridad el único móvil de su vida, me ayudarán tambien en esta obra, i podríamos tener una Sociedad semejante a la Olla del Pobre, Sociedad de Dolores, i tantas otras que, segun vemos, dan resultados tan prácticos i provechosos.
»I ¿qué niños merecen con mayor motivo la proteccion de la caridad que los que se dedican al estudio, a pesar de que a veces el hambre i el frio casi los imposibilitan para dedicarse a las tareas de la Escuela?