—«¿Nada más?»
—«Que abriera el armario del esqueleto.»
—«Vamos, pues.»
El armario fué abierto, y la cabeza separada.
Manuel la tomó, y, despues de examinarla, me miró con sorpresa.
—«¿Que es esto?»—dijo.
—«No sé; si supiera no se lo preguntaría.»
Ymirándome por encima de los anteojos:
—«¿Usted no sabe?»
—«No.»
—«Pues hombre, este cráneo parece que fuera hermano del otro.»
—«No sé. Puede ser que así como hay familias que sirven de modelos á los artistas, haya alguna que sirva para dejar esqueletos á los médicos.»
—«¡No embrome! Usted ha encontrado alguna semejanza, cuando me ha traido para estudiar este tambien. ¿En qué averiguacion andará metido?
—«¡Hah! amigo; ahí está el busilis; pero ¿qué es en definitiva?»
—«El cráneo de un estudiante de Medicina ó de un médico por vocacion.»
—«Perfectamente. Ahora, vamos á otra parte. Pero, como tengo que poner á usted en antededentes para que me ayude con inspiracion, le recomiendo que observe esta costilla.»
—«No le pertenece. Es..... ¿la cuarta izquierda.....?»