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II
EBERS

La obra que hoy publica la Biblioteca «Arte y Letras» es, entre las de Ebers, la que ha alcanzado mayor éxito mercantil y más ruido ha hecho entre los críticos. A pesar de las protestas de los ultra-naturalistas alemanes y franceses, «Ene aegyptische Könisgstochter» (literalmente: Una hija de rey egipcia,) ha alcanzado de 1864 á 1876 hasta seis ediciones y recorrido, vertida á todas las lenguas, la Europa entera. A cada edición el autor ha limado y aún forjado de nuevo los elementos de su obra. Orientalista entendido y de gran renombre, comprende en ella un cuadro completo de la civilización egipcia y persa en la época de la decadencia de Egipto y de la conquista de este país por Kambises.

Ebers tiene escritas con éxito otras varias obras del mismo género: «Uarda,» novela egipcia de la época de la esclavitud israelita; «Homo sum,» con asuntos de la vida de los primeros Eremitas en el desierto entre los restos de la civilización pagana; «Die Schwestern» (Las hermanas,) escenas de la vida monástica egipcia en la antigüedad y «Der Kaiser» (el emperador,) publicada recientemente y que no conozco. Como á autor científico Ebers está muy reputado. En este género son sus obras: «Disquisitiones de dinastya vicesima sexta regum aegytiorum» (Berlín 1865;) «Egipto y los libros de Moisés» (Leipzig 1868;) «Por Gosen hasta el Sinaí» (Leipzig 1872;) «El sistema de escritura de los antiguos egipcios» (2.a edición, Berlín 1875;) «Papyrus Ebers» (Leipzig 1875) y la publicación ilustrada «Egipto en imagen y palabra» (Aegypten in Bild un Wort. 2 t. Stutgart 1879-180)

En la novela histórica nos habíamos contentado hasta hace poco, con obtener una impresión general de la época pintada. Los aventureros y las heroínas de Walter Scott podían viajar por los highlands ó conspirar en las bibliotecas de sus castillos, y amar y luchar en los torneos muy á su pacer, sin venir sujetos á un régimen muy estrecho de policía hisórica. Poco nos importaba que una belleza peinara anacrónicamente sus cabellos, y se adornara con inverosímiles joyas ó vestidos, mientras su caballero, á pesar de lo imprevisto del tocado, acometera por ela nobles empresas hábilmente contadas y más discretamente compuesas. El fondo del cuadro en que se movían los personajes, tenía algo de estas salas