Página:La hija del rey de Egipto (Tomo I).pdf/189

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida


CAPITULO XIII


Kambises pasó la noche sin poder dormir. Con los celos, que no sintiera hasta entonces, creció el deseo de poseer á la egipcia á quien no le era lícito aún llamar esposa suya, porque según la ley persa, el rey sólo podía casarse con extranjera cuando se hubiera ésta formalizado con los usos iranios, y adoptado la religión de Zoroastro[1].