Página:La ilustración española y americana 1870.pdf/41

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

hermosa mula es el amo. Ya le ven ustedes qué gordo y qué templado. Lo menos lleva en el cinto que rodea su abdomen un centenar de concejas.

En su casa guarda infinitas más en un arca de madera, ó las tiene enterradas en su huerta ó en su misma casa ha fabricado un agujero para esconderlas.

Es lo que se llama un hombre rico, y el ancho gabán con que se preserva del frió es irrisorio. Pero con el calañés completa su pintoresca figura. Rara vez se rie y sus diez ó doce criados le temen mas que al coco los niños. El los traía de salvajes, do idiotas; pero les da el pan y esto basta para que le quieran y le teman.

Comparte con sus servidores las intemperies, con ellos recorre las ferias capitaneando seiscientas y mil muías á veces, pasa la noche en su compañía cerca de los pueblos esperando á que amanezca para trasladarse al lugar de la feria, y sus órdenes son obedecidas ciegamente sin que á ninguno de sus criados se le ocurra apreciarlas.

Cualquiera al verle diria que era incapaz de hacer un buen negocio, pero esta vez engañan las apariencias. Tiene mucha gramática parda y no hay orador más elocuente que él, cuando se trata de vender una mula.

Después de recorrer las ferias vuelve á su casa, llevando una saya á su muger, y pañuelos de yerbas á sus hijas, oculta las onzas y vuelta á la faena.

Por regla general, el muletero propietario quiere que sus hijos sean abogados y cuando esto sucede, las monedas atesoradas por papá, se las llevan en Madrid, Capellanes, el tapete verde y los amigos íntimos.

Estos tipos desaparecerán muy pronto por completo, porque las onzas se van acabando, y ellos no entienden de otra moneda.


LOS VELOCIPEDOS

APLICADOS A ESPECTÁCULOS PÚBLICOS.

Decididamente la humanidad progresa,y con increíble actividad trata de arrancar uno á uno todos sus secretos á la sabia naturaleza.

No contento el hombre con los admirables adelantos científicos que han producido locomotoras, telégrafos eléctricos y mil y mil poderosos recursos para emprender con éxito, gigantescas obras que nos dejen espedito el paso por la tierra y por los mares; no contento repetimos con el desarrollo rápido de las ideas y con los medios de que dispone para emitir el pensamiento con la velocidad del rayo, ha discurrido el velocípedo, aparato sencillo que tiene infinitas aplicaciones y cuya importancia no podemos definir.

La moda protegiendo este invento le ha llevado á las grandes poblaciones donde continuamente vemos elegantes señoras y caballeros que cabalgando en estos aparatos se disparan por los paseos y los cruzan con una ligereza y agilidad admirables.

Ya podemos decir que al pensamiento le ha salido un competidor y que mediante al velocípedo podemos trasladarnos de un punto á otro y desempeñar nuestros negocios con suma rapidez y baratura.

Dentro dé poco no habrá agente de negocios, agente de policía, ni hombre de ocupacio-