yendas, grabado todo á buril, que el arte tiene no poco que ver con ella, y la arqueologia y la historia pueden sacar de la misma nuevos datos.
Su materia es azófar, ó la aleación llamada metal corintio, que se le parece mucho; su forma oval sus dimensiones ¡15 centímetros de longitud, por 27 de ancho y 7 de profundidad exactamente el doble del dibujo. Sobre la orlilla, campeada de arabescos , corre una inscripción que dice asi: Fac. et ded. archimb.— Ynacuans eral, intonsa barba, vades capilli.—ad usum Comes Rex. Ya veremos luego de esplicar estas palabras. La parte esterior no contiene adorno alguno: el del interior consiste en una ancha faja de labores de gusto ojíval, alternada con los cuatro escudos de armas de Aragón, Cataluña, Sicilia y Cruz de San Jorge, ciñendo toda la concavidad á guisa de cenefa, y en el asiento ó fondo, también labrado de arabescos, campean dos ginetes con armadura y sobrevestas, lidiando á espada sobre caballos de torneo.
El trabajo es despachado; pero atendida la dificultad de operar en una superficie hueca y redondeada que no ofrece apoyo á la mano, debe considerarse de algún mérito, y como grabado en metal es de interés por remontarse al siglo XV.
En efecto, aunque el arte del grabado venia ejerciéndose de larga fecha, principalmente por orfebres y armeros romo accesorio de ornamentación, hasta muy entrada aquella centuria no empezó á obrar con la independencia que habia de constituirle un arte nuevo, por decirlo asi, de aplicación concreta, como lo fué para la estampería y para decoraciones especiales, cual la del objeto que vamos describiendo. En este supuesto, y siendo muy pocos los conocidos de origen catalán, no vacilamos en calificarle de documento raro, é importante en el órden histórico de dicha industria. El procedimiento es de incisión, auxiliado sin duda del agua fuerte, en simples perfiladuras no graduadas, y-hachazos cruzados para indicar las sombras; mecanismo casi idéntico al que emplean los grabadores modernos.
Aunque la hacia no presenta fecha alguna, es dable colegirla por aproximación, observando que los dos caballeros del fondo son copiados el uno del sello real de Aragón que suele colgar de los diplomas, en cera colorada, y el otro de una estampa ó miniatura del Libro de los Torneos, compuesto por el rey Renato de Anjú, cuya colección pudo conocerse en estas partes antes del fallecimiento de dicho rey (148O). La figura primera se parece mucho á la del sello de don Martin el Humano, pero es todavía mas perfeccionada, y en consecuencia posterior, lo que naturalmente debió ser asi para que pudiese emparejarse con la segunda. Ahora bien: como hasta el año 1479 reinó en Aragón don Juan II, á él pertenecería el sello copiado ya que cabe atribuirlo á su sucesor don Fernando el Católico, por ser conocido y muy diferente el que usaba; y de consiguiente, esa bacia ha de contraerse al decenio de 1470 1480 y su destinación al espresado don Juan II, toda vez que la leyenda puesta en la orla, en mal latin, solo da á entender que la hizo y dedicó Arguimbaldo (quizá el bárbaro barbero) para uso del conde-rey (de Barcelona y de Aragón). El resto de la inscripción parece un lema de color local, sacado de los libros santos, cuyo sentido es (corrigiendo la primera palabra inamans, notoria adulteración de inmanis): «repugnante estaba con la barba sin rasurar y el cabello desaliñado.»
El actual poseedor de este objeto condenado á la fundicion, entre otras baratijas de un calderero, es nuestro amigo don Santiago Angel Saura de Barcelona, persona ilustrada que ha logrado formar un museo de antigüedades puramente catalanas, colección interesante por el número y variedad de las rarezas que contiene,
José Puiggarí.
Los blancos salen y dan jaque mate en cuatro jugadas.
ADVERTENCIAS.
Publicamos el retrato del valiente general Lacy-Ewans, cuya muerte han anunciado estos días los periódicos. En el próximo número hallarán nuestros lectores la biografía de este militar, tan célebre en la historia contemporánea de España.
El deseo que esta empresa tenia de publicar en el presente número la notabilísima lámina que ha mandado abrir representando un hecho histórico de los más notables de nuestra historia, ha sido una de las causas del retraso que ha sufrido. nuestros esfuerzos han sido ineficaces, porque siendo el referido grabado de un mérito muy notable, la estampación requería algunos días más para que saliese perfecta, y en su consecuencia decidimos retrasar más la publicación do nuestro número 5.", aplazando dicho grabado para el siguiente.
Llamamos, sin embargo, la atención sobre la alegoría que publicamos del Carnaval, pues en ella se halla demostrado el génio artístico del notable dibujante don Alfredo Perea, y del distinguido grabador señor Paris.
Asimismo creemos que los grabados del Concilio que aparecen en este número agraden á nuestros favorecedores.
MADRID:
IMPRENTA DE GASPAR Y ROIG.
CALLE DEL TUTOR, 15.
