EN MADRID.—Un año 25 pesetas; seis meses 13; tres meses 7.—Números sueltos una peseta.—EN PROVINCIAS.— Un año -28 pesetas; seis meses 15; tres meses 8.—PORTUGAL.—Un año 5,610 rels; seis meses 5,290; tres meses 1,800.— EXTRANJERO — Un año 55 francos; seis meses 18; tres meses 10.
Editor y director D. Abelardo de Cárlos.
ADMINISTRACION CALLE DE BAILEN NUM. 1, MADRID.
HABANA Y PUERTO RICO.— Un año ps. fs. 7,30; seis meses 4.50 —Números sueltos, fijan el precio los Agentes.— FILIPINAS Y DEMAS AMERICAS.—Un año ps. fs. 10; seis meses 6;—Números sueltos, fijan el precio los Agentes.
DON JOSÉ EMILIO SANTOS.
SUMARIO.
TEXTO.—Crónica, por Julio Nombela.—Episodios y paisajes, equinoccio de Marzo, por Juan Garria. —Don José Emilio Santos, por Daniel Gírela. — Suresos de Febrero último en París.—Visita del prefecto de Lyon a don Carlos de Rorbon y Este.—El Cid Campeador, por Don Eusebio Martínez de Velasco.—La Fe Del Amor, novela, por don Manuel Fernandez y González.—Citas, lentos, muletillas, alusiones, refrancicos, sentencias, y otras zarandajas, por don Antonio María de Segovia.—Albi's Poético.—Las azucenas de invierno, por don Antonio Arnao.—Ante una tumba, balada, por don Ernesto Garria Ladevesc.—Necrología.— Libros nuevos. —La cabeza parlante.—Problema de ajedrez.—Soluciones.—Advertencia.
GRABADOS.—Don José Emilio Santos.—Visita del prefecto de Lyon, don Cirios de Borbon. — Secesos De París. Arresto de Rockcfort.—Carga de caballería dada por los guardias municipales en el Chateau d'eau.—El Cid Campeador en la batalla de la Alcudia, composición de don J. de Méndez.—Sucesos De París.—Mr. Flourens arengando al pueblo en la barricada del Temple.—Solar del Cid, en Burgos.—Episodios de caza. — La Careza Parlaste. Apariencia.—Realidad.
CRONICA.
Un acontecimiento.—Efectos que produce la política por ser femenina.—Los radicales y los templos.—Escenas cómico-dramáticas en la Asamblea.—Las elecciones y los pueblos.—Burlas que pueden costar caras.— Sucesos varios.—La fiesta del veloz-club. —Saínete.—Una triste posdata.
El gran acontecimiento que ha "preocupado á los políticos y á los curiosos, es la llegada á Madrid del señor duque de Montpensier.
¡Cosa estraña! en una época de libertad hay quien cree que se ha debido prohibir al duque permanecer en esta que fue córte y hoy no sabemos lo que es.
Con este motivo se ha hablado en todos los tonos de la posibilidad de un golpe de Estado, y ha habido familias enteras que se han acostado creyendo hallar al levantarse convertido á Madrid en la capital de una monarquía y entronizada en España la rama de Orleans.
El tiempo, ese viejo ladino que sabe todo lo que va á pasar, que lee en las todavía blancas hojas de su libro, la suerte que aguardad nuestra nación, debe reírse mucho de los cálculos de unos y los temores de otros.
Quisiera ser amigo suyo para que me contase en confianza los sucesos que irán poco á poco pasando á la categoría de efemérides: en la imposibilidad de obtener esta gracia que ni siquiera pueden otorgármelos generosos ministros de Estado de la Revolución , tengo que conformarme con distraer á mis lectores paseándolos alrededor de los sucesos pasados.
Apenas llegó á Madrid el duque de Montpensier, y se instaló en el lindo hotel de la calle de Fuencarral, se convirtió la calle de este nombre en diario paseo de los curiosos desocupados.
La política, acordándose de su sexo, no se ocupó en otra cosa que en inspeccionar los actos del huésped.
—Ha ido á casa de Prim, y Prim no estaba en casa.
—¡Buena señal! decían unos.
—¡Mala señal! murmuraban otros.
— «Todo hace creer, añadía la política, que un día de estos será proclamado rey de España don Antonio de Orleans.
Los diputados interpelan al jefe del Gobierno: éste al hablar, nombra al duque de Montpensier don Antonio de Borbon.
—¡Sublime! esclaman los adversarios de esta candidatura, ¡le ha llamado Borbon!
Pero en el estrado de la sesión aparece sustituido el apellido Borbon por el de Orleans: alegría de os amigos del duque y desencanto
