y la discordia entre los gefes y principales capitanes , todo anunciaba el desconcierto y peligro de la Comunidad. Era tal el descré- dito de Girón y la insubordinación de, su , <exércit;o, que lo viera desbandarse al primer encuentro ó penalidad que sufriera , sino lo llevara á la ciudad de Vailadolid; donde salióse él cautelosamente, y se paso al bando ^le los Gobernadores , abandonando un par- tido que habia abrazado por ambición , y xjue vendió traidoramente , según voz públi- ca de aquellos tiempos y el testimonio casi unánime de los historiadores. Tantos desastres bastaran á deshacer qual- quier partido menos firme y resuelto que el de las Comunidades ; pero eran Castellanos 4 los que lo sostenían , y era la libertad, la que los alentaba. Ad es , que apénas se reunieron en Vailadolid los miembros de la Junta fu- jados de Tordesíllasi y los que habían ido en el exército Como celadores de la conduc- ta de Girón , ó- por ambición ó por descon- fianza i quando tomaron las riendas del Go- bierno, escribieron á las ciudades y villas pá- ra que reparasen las pérdidas, y mándaron llamar á Juan de Padilla; quien apénas lo
