dres árabes entendían por esta palabra-que tiene su origen en Tofail el tragón-la costumbre que tienen ciertas personas de invitarse por sí mismas á los festines y tragar comidas y bebidas sin que se les ruegue que lo hagan. Por tanto, escuchad. >>
Y dijo:
El parásito
«Cuentan que el Emir de los Creyentes El-Wa-
lid, hijo de Yezid, el Omniada, se complacía extre-
madamente con la compañía de un tragón famoso,
amigo de los buenos platos y de todo tufillo apeti-
toso, que se llamaba Tofail el de los Festines, y
cuyo nombre ha servido desde entonces para ca-
racterizar á los parásitos que se invitan por si
mismos á las bodas y á los festines. Por otra parte,
aquel Tofail, gastrónomo en grande, era hombre
ingenioso, ilustrado, maligno, burlón; y era vivo en
la respuesta y en el chiste. Además, su madre es-
taba convicta de 'adulterio. Y él es precisamente
quien ha condensado la doctrina de los parásitos
en algunas reglas cortas, al mismo tiempo que
prácticas, que se resumen en los datos siguientes:
Quien se invite à una buena comida de bodas, evite
con cuidado mirar acá y allá con aire inseguro.